🌹Capítulo 22🌹

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☁️Narra Rubén☁️

Nunca había tenido una fiesta tan grande como esta, bueno, en realidad nunca habían hecho una fiesta para mí, pero mi alfa ha planeado una linda fiesta, todos mis amigos estaban aquí, la música era perfecta y aunque Samuel no quisiera bailar, logre convencerlo después de susurrar algo que, me avergüenza.

El vestido rojo que Samuel me regaló es suave y se acopla perfectamente a mi cuerpo y las manos de Samuel sobre mis caderas sólo provoca que la sensación de llevarlo puesto sea más pura, el mismo vestido que le prometí que usaría cuando aún se encontraba en coma, ahora lo llevaba puesto y tener a mi alfa atrás de mí al ritmo de la música es simplemente increíble.

Pudo haber sido la fiesta perfecta, la noche más divertida de mi vida, pero... Una fuerte explosión se escuchó afuera de la casa.

Mis ojos buscaron a los que creí culpables, pero efectivamente se encontraban aquí, tan asombrados como todos los demás.

Un atentado.

Tres explosiones más y gritos desgarradores de los pueblerinos.

El primero en salir de la casa fue Alexby, llevando al frente su pistola, la cual estaba recién cargada e ignoro como Fargan pedía que se detuviera.

Luego todos los demás salimos, viendo como un gran boquete atormentó la muralla de Samuel y seguramente fue por los dioses que las escaleras no se derrumbaran.

Vegetta no se quejó por la destrucción en su casa, todos estábamos aterrados, no fue la única explosión y todos teníamos por el daño que se vaya ocasionado en el pueblo.

El salto que teníamos que dar para poder bajar las escaleras o par poder llegar al ascensor era pequeño, pero tan solo un paso en falto aseguraba una muerte instantánea, pero todos pasamos con espacio de sobra, bajando, corriendo para poder ayudar a los habitantes del pueblo, pues desde esta isla, se podían ver algunas estructuras deshechas y humo saliendo de alguna zona.

Cuando llegamos al pueblo, vimos el desastre ocasionado por las extrañas misteriosas y entonces Willy nos indicó que nos reuniéramos, sólo unos minutos, luego Vegetta comenzó a dar órdenes.

Samuel: No quiero a nadie solo, todos id acompañados a sus tareas— Todos asentimos y maldije cuando noté como comenzaba a calentarme la forma en la que hablaba. Definitivamente no es el momento—. Mangel, Lolo, Perxas y Volkov revisen los daños ocasionados y busquen a las personas que tal vez quedaron atrapadas entre los derrumbes.

Sin esperar más, fueron a cumplir sus misiones.

Samuel: Conway y Auron, vean las casas dañadas y busquen pistas, cualquier cosa nos sirve— Ambos asintieron y Auron después de despedirse de Luzu salió junto a Conway—. Rubén, Luzu y Frank la gente está muy nerviosa, hablen con ellos y encárguense de que no generen más caos. Willy... sígueme.

Willy siguió a mi alfa y Luzu nos indicó que lo siguiéramos, llegamos a donde Merlon se encontraba junto con otros pueblerinos, él está lastimado, pero aún así tranquiliza a todos los habitantes nerviosos que pasan por la zona.

Luzu: Merlon, escuchamos las explosiones y vimos corriendo. ¿sabes algo?

Merlon: Sólo hay olores... entre los derrumbes, nadie vio nada sospechoso, sólo se escuchó el desastre y algunas personas que dormían resultaron heridas.

Frank se encargó de las heridas grandes, las que requerían incluso puntos y también se encargó de las personas que se habían desmayado, sus conocimientos en medicina estaban sirviendo de mucho.

A SALVO 《Rubegetta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora