🌹Capítulo 26🌹

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☁️Narra Rubén☁️

Me siento sumamente nervioso, mientras Auron entro a comisaría maldiciendo yo entre sintiéndome avergonzado por este malentendido.

Perxas no dejó de llorar y Auron no dejó de bufar.

Rubén: Joder, sólo tranquilícense— Pedí a los dos—. Lo único que hacéis es ponerme nervioso.

Los dos se quedaron en silencio y Auron solamente volvió a hablar para decir:

Auron: ¿Qué hace aquí el hijo de puta viejo? —Preguntó cuando Conway entró a la oficina.

Conway: No querrás que añada años a tu condena por falta a la autoridad.

Auron: ¿De qué puta condena hablas, viejo verde? Si soy inocente.

Luzu: Joder, Auron, te he dicho que no hables— Se quejó apenas entró a la sala—. ¿Me permiten hablar con mi cliente a solas?

Perxitaa: Claro que no, podréis ir a aquella zona— Señaló hacía el otro lado de la sala, donde había un gran ventanal de vidrio que daba a un cuarto con una mesa y dos sillas.

Luzu antes de entrar oprimió un botón cerca de la puerta y al entrar bajo unas cortinas negras.

Rubén: ¿Hay más pruebas que nos acusen? —Pregunté a Perxas, cuando Conway estuvo lejos.

Perxitaa: Un par más a Auron, si no fuera como mi hermano de verdad pensaría que es él el sapo y tú... bueno, tal vez un par de conexiones extrañas, pero creo que tus mensajes fueron modificados.

Rubén: Yo ni quiera le di mi contraseña a Samuel, no sé como pudo haber pasado esto— Confesé—. ¿Tendré que dormir aquí?

Perxitaa: No lo creo, Alex no sería capaz de dejarlos aquí mientras se comprueba sus inocencias— Me tranquilice al escuchar eso—. Vegetta ha dicho que tardará en venir, está hablando con Alex, así que si quieres algo de tomar dime.

Quitó las esposas de mis muñecas y le pedí un vaso con agua.

Y después de uno minutos Luzu salió con las esposas de Auron en sus manos y Auron vino tras él.

Rubén: ¿Cómo se las quitaste? —Pregunté, Luzu giñó un ojo.

Luzu: Tengo mis trucos, Rabis, luego te los enseñaré— Auron se sentó a mi lado y Luzu caminó hacía la puerta—­. Me tengo que ir, pero vendré luego.

Luzu se despidió y me dejó solo con Auron.

Rubén: ¿Diste tu contraseña a alguien más?

Auron: Por supuesto que no, no soy imbécil— Se quejó—. Luzu hablará con Axo, seguro lo hace entrar en razón.

Nos quedamos unos minutos en silencio, hasta que Auron respiró profundamente.

Auron: Joder, niño. ¿De cuánto estás?

Mis manos casi sueltan el vaso de agua.

Rubén: ¿Qué?

Auron: Soy doctor y tuve una clase sobre olores, Rubius, creí que ya lo sabías— Se encogió de hombros—. Tu olor es tan dulce como el de un omega embarazado.

Rubén: No. Eso es imposible— Negué aterrado.

Auron: Vale, tranquilo, tío, si dices que no es posible entonces no lo es— Se encogió de hombros. Pero su pregunta fue suficiente para ponerme de los nervios—. Además, cuando Luzu estuvo en cinta ni quiera lo note hasta que él me lo dijo.

A SALVO 《Rubegetta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora