Fogosidad (+18) (Borrador)

Cap 8 "Central Park"

Massimo:

Son las 6 A.m., acabo de levantarme de mi cómoda cama. Todo para seguir con mi rutina de ejercicios, por lo general lo hago más temprano. Pero hoy la cama me llamaba a seguir durmiendo, aún más con los planes venideros que serán enormemente agotadores.

Me dirijo hacia el baño, hago mis necesidades, cepillo mis dientes. Al terminar, voy a cambiarme, me decido por un simple conjunto deportivo de color gris, junto con mis zapatillas negras. Bajo las escaleras y voy a la salida, sin olvidar mi celular y auriculares.

Hoy, mi centro de ejercicios será Central Park, un hermoso lugar repleto de verde, lo poco que queda en New York. Al llegar me coloco los auriculares, seleccioné mi lista de reproducción, preferentemente Imagine Dragons y comienzo a correr en sus alrededores.

Luego de unos 20 minutos corriendo, veo a la distancia algo que llama mi atención, un hermoso y redondo trasero levantado. Era una mujer que se encontraba atando sus cordones, su largo cabello castaño claro caía sobre su hombro derecho en una coleta alta. Por alguna extraña razón me pareció conocida, cosa que corroboro cuando se da la vuelta dejándome ver su rostro, es Calíope, lleva puesto un apretado conjunto deportivo de color azul que marca aún más su figura. La cuál debo decir es muy exquisita, no debe envidiarle nada a ninguna otra mujer.

Mi idea no era conocerla aún, por lo que decido ignorarla para seguir con mi rutina. Trato de hacerlo, pero me es muy difícil, llama demasiado la atención, no solo la mía, sino la de los demás hombres e incluso mujeres. En más de una oportunidad paso por su lado, la ligera brisa del viento hace que pueda oler su precioso perfume, una mezcla de canela con manzana, muy adictivo.

Sigo corriendo sin percatarme del camino por estar distraído pensando en ella. Es tanto así que no me doy cuenta hasta cuándo impacto con alguien más, su atención es nula-prácticamente- al bajar mi vista veo un pequeño cuerpo sentado en el suelo, tratando de levantarse. Cuando la chica levanta su cabeza quedó sorprendido, es Calíope.

Cómo acto generoso decido ayudarla a levantarse por lo que le pasó mi mano diciendo lo siguiente:

Massimo: lo lamento mucho, no estaba viendo bien por dónde iba. Disculpe usted señorita... -digo esperando que me diga su nombre como si no la conociera-

Calíope: no sé preocupe, la verdad yo también estaba pensando en otras cosas en lugar de prestar atención -me contesta dándome su pequeña y delicada mano- me llamo Calíope, señor...

Massimo: puedes llamarme Massimo. Un gusto Calíope. En verdad lo siento -trato de ser lo más cordial que puedo-

Calíope: Está bien, ya pasó, no fue nada. Creo que no me lastimé tan grave -me dice dándome una preciosa sonrisa- si me disculpa, debo irme. Un gusto conocerlo Massimo.

Massimo: claro, no le quitó más si tiempo, tal vez si nos encontramos de nuevo podamos tomar algo, a modo de disculpa claro está -le digo antes de que se aleje de mi-