Cap 36 "Identidad"

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Calíope

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Calíope

Estoy aburrida... Constantino se fue a quien sabe dónde sin avisarme y yo aquí en una enorme mansión con todo tipo de entrenamiento más que aburrida.
Hace cinco horas desperté de mi largo sueño, me preocupé al sentir la cama vacía y fría.

Los guardias dijeron que salió a una reunión importante y que no saben cuándo volverá. Ahora es momento de contactarme con los Makris, los extraño y ya no lo soporto. Últimamente no como mucho, no tengo apetito y lo que logro ingerir lo vomito, sobra decir que Constantino no sabe nada de eso o me daría de comer él mismo todos los días, aparte de que el médico no saldría de mi cuarto.

Iré a la sala de cine, creo que tiene hasta las películas que todavía no se estrenan a nivel mundial. Tiene sus ventajas ser un mafioso, me gusta eso.

Creo que la sala era la última de las puertas del tercer piso, por suerte la casa cuenta con ascensor, si, asi de mal estoy que no puedo subir unas malditas escaleras.
Tengo que ejercitarme mas en el gimnasio de la mansión. Constantino lo hace dos horas al día todos los días, a veces llega a las tres horas ¿Qué hago yo? Lo acompaño con mi fiel tarro de helado y me quedo como boba viendo como sus musculos se tensan y endurecen con cada ejercicio. Él por otro lado me mira cada tanto y niega con la cabeza al verme atragantarme con la cuchara.

Me gustan los días a su lado, es entretenido y muy conversador, hasta me conto cosas de su niñez y adolescencia. Su vida no fue fácil, su padre nunca lo amó y su madre... murió cuando era un niño en uno de los tantos atentados que cometieron con su familia.

Una de las cosas con las que fue más claro era que su padre adoraba mostrarse como el jefe de la mafia más poderosa de Italia, se paseaba con muchas mujeres, mientras mostraba sus automoviles caros. Por eso mismo es tan cuidadoso con mantener su rostro fuera del mundo, eso lo salvo de numerosos ataques que seguro hubieran pasado. Ese día estabamos sentados en la terraza, cenamos hasta casi reventar y aun asi llevamos un postre con nosotros.

Me hace sentir bien, no me tocó mas allá de unos besos y caricias. A la hora de dormir no me deja respirar, sus brazos me estrangulan con tanta fuerza que debo gritarle para ir al baño, la peor parte es que tiene el sueño de un animal invernando.

Me aclaró que puedo pedirle lo que quiera, le pedí un celular para hablar con mi madre y hermanos, me lo negó. Ese día estuve molesta por sus falsas palabras y me fui a mi habitacion a dormir sola, no me siguió y lo agradecí internamente. A la mañana siguiente me despierto por culpa de unos besos en mi cuello y rostro, el hijo de su buena madre entró a mitad de la noche con un duplicado de la llave y durmió junto a mi.

Me cuerda mucho a Cris. Cada noche sueño con los hermanos, con sus besos, caricias y orales... Okey, eso último estaba de más - creo-. Espero hayan podido explicarle a mi familia mi repentina desaparición o se volverán locos buscándome por cada parte del maldito mundo. Ya me duele la cabeza por lo que dirá mamá cuando me vea, me sentiré una niña de tanto regaño.

Fogosidad (+18) (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora