Fogosidad (+18) (Borrador)

Cap 33 "Conflictos"

Calíope

Estable, así está a hoy día la salud de Constantino. Esa mañana fue agotadora, literalmente recorrimos todo el hospital, parecía una jodida ciudad de lo grande que era.

Constantino no me soltó de la cintura en ningún momento, me sostuvo con fuerza, hasta marca me dejó, todavía está rojo. Tenía miedo de que me escape ¿Lo ilógico? No quiero, me siento a salvo con él.

Estocolmo entrando al chat...

Me atrae, es muy sexi, desde la noche de la pijamada duermo con él. Es gracioso y muy creativo, me cuenta muchísimas leyendas de Italia y su historia - aunque la conozco- sabe cómo tratar con las personas - cuando no les corta el cuello-. Lo que si, es un mafioso nato, ví con mis propios ojos como le cortó la garganta a un violador de niños.

Qué agradable sujeto...

El otro día sin querer - queriendo- me quedé observando como lavaba su delicioso cuerpo en la ducha. Casi me vengo de tan deliciosa imágen, fue difícil subir la vista de pequeño - gran- cañón ¡Es enorme! No me sorprende que todas las empleadas traten de conquistarlo, está para comercelo.

Eso mismo se apoya entre tus nalgas todas las noches...

Según mis cálculos, estoy aquí desde hace dos meses. No me quejo, me han tratado muy bien, hasta se arrodillan cuando pasan por mi lado, es extraño.

Desde hace unas noches sueño con los Makris, los extraño. Cris debe estar como loco. En una de las conversaciones que tuve con Eros me explicó que yo puedo controlar - indirectamente- sus impulsos asesinos, es más raiconal y emocional; algo que ellos no ven hace tiempo después de arruiarlo. No entendí lo último, y cuando insistí para saber, me gane unas cuantas nalgadas, bastardo...

Bien que gemiste por esas nalgadas...

Y muy fuerte ¿De qué me culpan? Eros no es suave en los castigos, y eso me gusta. Nadie ha logrado tener el control sobre mi, y mi poca - escasa o nula- experiencia sexual me ayudó a concentrar el dolor de mi culo en algo placentero y nuevo. Eros se enfadó porque según él era un castigo, no debía disfrutar nada, reí como loca ese día.

Me sentí increíble hace unos días, Tino - mi apodo para sintetizar su nombre- es muy carismático y cariñoso conmigo, concozco mucho de sus gustos, y él los míos. Lo que si es que no lo veo desde hace unos 4 días, está muy metido en un negocio con los rusos o algo así, mi italiano es débil todavía, pero aprendo.

Pense que para romper un poco más el hielo, podría conocerlo en la cena. Desde aquella vez no pudo levantarse de ella cama por unos días, y con los estudios y demás, ya no lo hicimos.
Una punzada de dolor atraviesa mi pecho, estoy pensando en otro hombre cuando ya soy de los bellos griegos, de mis dioses ¿Estoy mal? Mucho, mas no puedo evitarlo, Tino me gusta igual que los chicos, me cuida como ellos y me respeta - aunque se le suele escapar la mano en mi trasero o pechos- no es un santo.