Encontrando las respuestas

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(Shirabu)

De todas las cosas que podría llegar a hacer para descubrir lo que traman los alfas... seducir a Taichi no fue lo ideal...

Sé que tengo un buen cuerpo, pero mi carácter demuestra que no soy la clase de persona que seduce a otros a consciencia... ni inconsciente... a lo sumo, podría llegar a hacerlo borracho por accidente...

Suspirando, le pedí a mi novio que saliera a comprarme uno de mis pasteles favoritos, y mientras estaba fuera, rebusque entre mis cosas. Bien, si voy a hacer esto, voy a hacerlo comprometido.

El sábado en la mañana, fui a comprar con Kenma, algo que necesitaba, y volví al mediodía. Taichi cocino para nosotros, y luego, se puso a leer. Espere a que se concentrara, antes de entrar a bañarme, y llevar, sin que se diera cuenta, la ropa que iba a usar.

Me di una ducha, y me preparé. Muchas veces, en la secundaria, la gente solía decir que Taichi es como un gato, y yo lo confirmo, pero gracias a eso, a mi molesto sempai, Tendou-san, se le ocurrió la idea de regalarle un buzo con capucha de gato. Basta decir que mi novio nunca lo uso, sin embargo, siempre lo tuvo en su armario. Me lo puse sobre mi cuerpo, justo con unas medias largas negras, y un short a juego que, compré. Me puse algo de maquillaje para verme adorable, y salí del baño.

-Taichi~ -Llame a mi novio, desde nuestra habitación.

-Conejito, estoy estudiando. -Me llegó su respuesta.

-Creo que te equivocaste de animal~ -Le indique sin moverme de donde estaba sentado en la cama. -Ven un segundo ~-

-Amor, enserio. Estoy ocupado. -Me insistió, y me frustre.

Nunca eh sido reconocido por tener mucha paciencia...

Me levante y camine hasta la sala. Taichi estaba sentado en un sillón, con un libro en sus manos, y un cuaderno sobre el regazo. Muy silencioso, me dirigí a su lado, quite con cuidado el cuaderno, y me senté sobre él.

Apenas notando lo que hacía, solo puso uno de sus brazos alrededor de mi cintura, para evitar que me cayera, y siguió con sus ojos en el libro.

-Taichi~ -Volví a llamarlo.

-Conejito, no sé que sucede, pero enserio tengo que terminar de leer esto o no tendré vacaciones de verano. -Me dijo, sin mirarme.

Completamente frustrado, gruñí, y antes de que pudiera reaccionar, le mordí el cuello.

- ¡AH! ¡¿Pero qué diablos...?! -Ahí quedó su protesta, cuando me vio.

Extrañamente, solo parpadeo unos segundos, antes de levantarse, empujándome al sillón, agarró su teléfono y se encerró en nuestro cuarto.

Bien... esa no fue la reacción que yo esperaba... ¿acaso me veo mal? ...Quizás él esperaba que me disfrazara de conejo... Na, si con suerte esta es la única vez que me pongo un disfraz, dudo mucho que se queje de lo que use...

Espere unos minutos, pero como mi novio no salía de nuestro cuarto, me cambie de pantalón en la habitación de invitados, en la cual está la ropa que no me gusta tanto, y salí del departamento.

Camine hasta una cafetería, y mientras esperaba mi café, me limpie el maquillaje en mi cara con una servilleta.

-Sabes, creo que nunca espere verte con maquillaje en la cara, Kenjirou... Tienen razón quienes dicen que el amor puede cambiar a las personas~ -Escuche una voz demasiado familiar, mientras veía aparecer mi café, frente a mí.

-Tendou-san. -Suspire. - ¿Qué haces aquí? –

-Que saludo tan poco amistoso. -Me sonrió. -Trabajo de medio tiempo en esta cafetería como asistente de cocina. Estaba a punto de irme, cuando te vi. –

Gracias, Intercambio de ParejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora