Habitación equivocada

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(Aran)

Sé que cuando llegamos los omegas dijeron que Kenma tiene un avión privado... ¡Pero no creí que fuese enserio! Para colmo, es enorme.

-Cariño, ¿todo bien? -Rin me cuestiono, como siempre con su teléfono en mano grabando el caos.

-Sí, solo... aún estoy sorprendido de que estemos viajando en un avión privado que le pertenece a un amigo nuestro... -Le conteste.

-Necesitamos nuestro propio avión privado. -Mi novio afirmo.

- ¿Y con qué dinero planeas comprarlo? -Pregunte, resoplando.

-Con el que ganaré al comenzar a trabajar cuando me gradué de la universidad. -Me respondió, enviándome una mirada de "es obvio". -Relájate y diviértete. No todos los días viajamos en un avión con un montón de amigos que hacen cosas muy graciosas. –

Eso es lo que no me deja descansar. Que nuestros amigos siempre se meten en problemas y si ya en Hokkaido terminaron en la cárcel... no quiero ni pensar en lo que pueden hacer encerrados en un avión.

-Kenma. -Me dirigí al dueño del vehículo. -Tenemos paracaídas de emergencia, ¿verdad? –

-Por supuesto. -Asintió. -Los mande a instalar en el momento en que declare que ustedes vendrían con nosotros. –

Al menos no soy el único que cree que nuestros amigos pueden llegar a desestabilizar el avión y matarnos a todos...

-Aran, ¿estás bien? -Daichi se me acercó. -Te ves preocupado. –

-Estoy bien, algo preocupado por nuestra seguridad, es todo. -Le respondí.

-Oh, te entiendo. -Me sonrió. -Pero no tienes nada de que preocuparte. Kenma siempre piensa en todo cuando se trata de seguridad ante potenciales amenazas como Kuroo y Bokuto. –

- ¡Eso es cruel, Papi Daichi! -Chillaron los nombrados desde la mesa de pool.

-Terminaron. En. La. Cárcel. -Daichi les replico. - ¡Y no sería la primera vez que lograrían chocar algo como un avión contra el suelo! –

-Hay habitaciones con camas al final del pasillo si quieres recostarte un rato. -Kenma menciono, mirándome.

-Gracias. -Le sonreí, y me dirigí hacia donde mi novio está grabando a Atsumu competir en un videojuego con Oikawa.

Trate de divertirme

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Trate de divertirme... Trate de pasarlo bien con Rin y los demás... No funciono. Daichi y Suga comenzaron a discutir casi a los gritos, mientras Ushijima y Akaashi intentaban separarlos... Yaku acabo en el baño vomitando porque se siente mareado, con varios omegas haciéndole el aguante... Atsumu y Oikawa decidieron competir en un juego de karaoke y sus voces aturden a todos, incluyéndome... No. Ya no más.

Agarre a Rin por la cintura y casi corrí al fondo del pasillo. Entre a una habitación, y cerré la puerta con seguro. Necesito paz y tranquilidad.

-Alfa... ¡ah!... - ¿Qué...? - ¡Oh!... –

Me voltee medio asustado, y... ¡No puede ser! ¡Debo tener la peor suerte de todas! Osamu... está desnudo... con su novio sobre él... teniendo sexo justo frente a nosotros...

- ¿Se van a quedar ahí o van a acompañarnos? -Escuche la voz arrogante de Osamu. -No nos molestaría un cuarteto, ¿verdad, amor? –

Casi que no quiero, pero levante la vista, y me encontré de cara a Kageyama con los ojos nublados, y luciendo como si hubiera corrido un maratón...

- ¿Eh? -El omega desvió su mirada hacia su novio.

- ¿Te molestaría si Rin y Aran nos acompañan? -Osamu cuestiono.

-No, adelante. -Kageyama declaro, y nos dio una pequeña sonrisa.

- ¿Nos unimos? -Rin me miro con diversión. -Ya les robamos la privacidad, aunque debieron cerrar la puerta con seguro, pero... ¿qué dices? –

Si tu estás tan emocionado... pues ya que.

-Supongo que podemos acompañarlos... -Murmure.

Dos segundos después, mi novio ya me estaba arrastrando a la cama. Nos quitamos la ropa, y subimos detrás de Kageyama. Como el gran descarado que es, Rin no tardo ni cinco segundos en besar al omega de Osamu con toda tranquilidad.

-No le dejen marcas. Es mi única regla. -Nuestro amigo alfa nos advirtió, y comenzó a mover la cadera, haciendo rebotar a su novio sobre su pene.

Centrándome más en mi novio, comencé a besar su cuerpo. De alguna forma, pronto él también termino sentado sobre mí, con mi miembro en su interior.

Osamu me hizo una seña, y voltee a Rin para que quedará su espalda contra mi pecho. Kageyama también se movió a la misma posición, y ambos comenzaron a besarse, mientras Osamu y yo los hacíamos rebotar.

No sé cuanto estuvimos así, antes de terminar, y recostarnos juntos en la cama. Como siempre, Rin se desplomo sobre mí con su cabeza contra mi cuello. Medio cansado, volteé hacia mi costado y vi a Osamu abrazar a su omega contra su pecho, y dejar pequeños besos sobre su frente... Es increíble que un Miya pueda ser tan atento y cariñoso en la cama, comparado a lo distraído y problemático que es el resto del tiempo.

-Descansa, Aran. -Me dijo, y antes de que pudiera reaccionar, me beso.

-Descansa, Osamu. -Respondí. 

Tal vez... al entrar en está habitación si encontré algo de paz... 

Gracias, Intercambio de ParejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora