Gracias, Intercambio de Parejas

Pedido de matrimonio

(Atsumu)

Bueno, podría decirse que sabía que esto sucedería, pero... en realidad creí que ponerle un esmoquin a Tetsurou-kun ayudaría a evitar que lo mataran, sin embargo...

- ¡MALDITO DESGRACIADO! ¡¿CÓMO TE ATREVISTE A DEJARME SOLO EN EL HOSPITAL?! ¡¿QUÉ CLASE DE ALFA DE MIERDA ERES?! -Yaku-san está gritando, sentado sobre él, sacudiéndolo como un muñeco...

- ¡¿SE PUEDE SABER QUÉ CARAJOS SE TE PASO POR LA CABEZA?! ¡IDIOTA DE MIERDA! ¡¿CÓMO SE TE OCURRE SALIR CORRIENDO?! -Y Kenma-kun también le está gritando y golpeando su pecho...

- ¿No deberíamos intervenir? -Escucho a Hayato-kun cuestionar.

Deberíamos intervenir, pero... el aura que desprenden ambos omegas... es demasiado oscura. No quiero morir joven.

-Él se lo busco, déjalo. -Tsukishima-kun responde.

-Vale, creo que es suficiente. -Lev-kun suspiro, y... hay que tener deseos de morir para meterse entre los dos omegas y nuestro amigo alfa... -Kenma-san, es suficiente. –

-Ya perdimos a Lev. -Kindaichi-kun declaro.

-Sí. -Tsukishima-kun concordó. -Ya fue un milagro que le perdonara la vida en el hospital, ahora si que no sale vivo. Bueno, comenzare a planear el funeral. –

Iba a decir algo, pero ver a Lev-kun levantar a Kenma-kun por la cintura me dejo sin palabras.

- ¡Suéltame! -Kenma-kun exigió. -Lev, te juro por Dios que si no me sueltas en este instante... -

-Ya es suficiente. -Akaashi-kun lo interrumpió y lo sacó de los brazos de Lev-kun. -Kenma, ya cálmate. –

-Lev tiene mucha suerte. -Rin comento a mi lado, obviamente con su cámara en mano.

-Y mantengo mi teoría. Los idiotas tienen más vidas que una persona normal. -Tsukishima-kun declaro.

Pues no se si sea suerte, pero Lev-kun se acaba de salvar gracias a Akaashi-kun. Yaku-san, por otra parte, siguió gritándole a Tetsurou-kun por un buen rato, antes de soltarlo y pegarle una bofetada.

- ¿Ya te sientes mejor? -Tetsurou-kun le pregunto, cuando se alejó.

- ¿Por qué estás aquí? -Yaku-san le cuestiono, mirándolo con enojo.

-Porque te amo. -Tetsurou-kun le respondió, y poniéndose de rodillas, sacó una pequeña cajita de su bolsillo. -Yaku Morisuke, ¿te quieres casar conmigo? –

¡Oh, Dios mío! ¡Ese anillo es precioso! Sin dudas lo compró pensando en Yaku-san... una rosa plateada con una piedra roja en el centro, es tan lindo.

-Yo... -Espere con impaciencia la respuesta de Yaku-san, pero él solo dijo eso y salió corriendo.

- ¿Qué...? -Tetsurou-kun se quedó pasmado por unos segundos.

-Idiota, ¿qué estás esperando? -Kenma-kun lo golpeó en la espalda. -Ve tras él. –

-S-sí. -Tetsurou-kun asintió y salió corriendo.

- ¿Estarán bien? -Tooru-kun cuestiono en voz baja.

-Cálmate. -Suga-san agito su mano con desdén. -Yaku no puede resistirse a Kuroo, aunque quiera. Estarán bien. –

Ojalá así sea, comienzo a cansarme de tantos problemas... ¿Debería proponerle matrimonio a Omi-kun ahora y ahorrarnos la idea de que algo como esto nos pase? Bueno, no es posible que yo quede embarazado porque soy alfa, pero... aun así... ¿debería?...

-Sea lo que sea que estes pensando hacer, no lo hagas. -Una voz conocida me dijo desde atrás, y me voltee para ver a mi novio.

- ¡Omi-kun, cruel! -Proteste.

-Te conozco, sé cuando tienes malas ideas antes de que las expreses. -Declaro. -Ahora, sea lo que sea que estuvieras planeando, no lo hagas. –

- ¡Malvado! -Gruñí, y lo abracé.

-Vamos a mi departamento. -Me indicó, y me dio un pequeño beso en la frente. -Creo que Yaku-san estará bien sin nosotros. –

-De acuerdo. -Asentí.

Decidido, tendré que ir a una joyería a ver anillos de boda.