Las manecillas del reloj marcaban las doce del mediodía. Aquella chica pelinegra se alistaba para ir a la cuidad, llevaba ropa casual que era abrigadora a la vez, necesitaba llevar una pequeña mochila consigo, solo con las cosas necesarias adentro.
Al estar completamente lista y segura sobre lo que iba a llevar salió de su cuarto y se dirigió a las escaleras. Se encontró con uno que otro de sus compañeros en el pasillo, algunos se le quedaban mirando ya que ella ya estaba en su modo ilusión y además con esa ropa parecía ser otra persona, pero como había salido del cuarto de Nina ellos supusieron que se trataba de la misma. Bajó las escaleras y entró a la cocina, era hora del almuerzo, por eso a Hoodie le tocó cocinar, Nina quería salir cuanto antes para así poder regresar más temprano, por eso le ofreció a Hoodie ayudarlo con el almuerzo. Tomó una hora exactamente, la comida ya estaba lista y al cabo de unos minutos Nina ya había terminado su plato de comida, agradeció por la misma y salió lo más rápido que pudo.
En ese momento ya no estaba nevando, pero había nieve en suelo. Hacía frío, eso obligó a Nina a ponerse un gorro y guantes. Lo malo de vivir en medio del bosque es que en invierno la nieve se acumula de manera excesiva y es prácticamente imposible caminar sin que la nieve se meta a los zapatos, por ello Nina se había puesto botas impermeables, aún así le era difícil caminar, pero después de varios minutos ya había llegado a una carretera que estaba a unos trece minutos a pie de la ciudad. Tomó menos de lo pensado, ya que la chica había decidido correr, ella ya se encontraba en una zona cerca de el centro de la ciudad, pero todavía quedaba un largo camino por recorrer.
Se podría decir que pasó una media hora desde lo antes narrado, en ese tiempo Nina ya había conseguido llegar a la casa de ____, con algo de cansancio y sigilo se dirigió hacia la ventana que daba a la habitación de la antes mencionada, parecía que ya todos estaban en pie, ya que nadie se encontraba en las habitaciones o en la sala, solo quedaba un lugar por revisar. Nina se dirigió a paso apurado hacia la ventana que daba a el comedor, ahí se encontraban todos, estaban desayunado al parecer, a la pelinegra le extrañó eso, era la una de la tarde después de todo. Parece que la suerte le estaba sonriendo en ese momento, ya que la ventana desde donde ella estaba observando estaba abierta y le permitía escuchar lo que decían.
° ° °
—¿Estás segura que no quieres que nos quedemos aquí para asistirte?— Cuestionó Mateo, en su rostro se reflejaba lo poco convencido que estaba con la decisión que había tomado la peli__ hace unos segundos.
—Sí, estoy segura. Puede que sea torpe, pero tampoco lo soy tanto como para perderme en el bosque por segunda vez.— Respondió ____ cruzándose de brazos.
—Séptima vez querrás decir.—Murmuró Caliope. Al parecer no era la primera ni la última vez en la que ____ se perdía en medio de los árboles. —No se preocupen. Yo me quedaré con ella lo quiera o no, además no tengo a donde más ir.— Comentó Calíope mientras se rascaba la nuca algo incómoda.
—¿Que quieres decir con "no tengo a donde más ir"?— Dijo Ariana haciendo comillas con sus dedos.
—Me refiero a que cuando llegué pensaba en buscar algún Hotel que quedara cerca a donde ustedes viven.— La chica parecía ser una niña siendo regañada por su madre, se encogió de hombros sintiendo la mirada juzgante de todos sobre ella y empezó a jugar con sus pulgares mientras miraba hacia el suelo.
—Bueno si ese es el caso no veo problema en que te quedes conmigo, de todas maneras tengo espacio para ti en el departamento.— La peli__ no mentía, le parecía divertida la idea de que su amiga se quedara en su casa por el tiempo que estuviera en el país.
—¿En serio?—
—Si. Pero hay condiciones.— La chica puso una sonrisa mientras entrecerraba los ojos mirando a su amiga.
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Lo que empezó todo (Creepypasta x lectora)
FanfictionUnos cuantos copos de nieve caían al suelo. La soledad se podía respirar en el aire... En un lugar que parecía una fantasía se encontraba una criatura, una entidad, un espíritu que descansaba sentado en el suelo de aquel lugar. Oh, supongo que no ha...