Capítulo 3

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La luz de un nuevo día entraba por la ventana e inundaba la habitación de Felipe. Se levantó irritado y de mala gana. Aunque fácilmente concilió el sueño, sentía apenas había durando un instante y detestaba tener que dejar ir esa fantasía que su mente había creado.

Toda esa noche su mente había tenía un solo pensamiento y era su atacante.

Felipe anhelaba poder encontrarlo, ver nuevamente su rostro aunque solo fuera por un instante. No había duda, Felipe debía encontrarlo ¿Pero cómo? No tenía la más mínima idea de quién era, solo tenía el claro recuerdo de su rostro y el sentimiento que eso ojos provocaron.

El despertador sonó, sacándolo de sus pensamientos. Debía darse prisa o no llegaría a la primera hora. Salió vistiendo una polo blanca con un pantalón sencillo y zapatos de cuero, al bajar para salir, tomó su suéter azul del tecnológico y ya vestido salió y subió a su coche.

Antes de salir de la privada pasó por su novia Charlotte, quien vivía a unas pocas casas de distancia. Charlotte se subió al coche y saludó a Felipe con un gran abrazo y un beso, el cual él evitó. Charlotte extrañada y un poco dolida pregunta que pasa. Felipe empieza a contarle todo sobre ayer y como intentaron robarle, pero deja de lado lo lindo que le pareció el asaltante y que no pudo sacarlo de su cabeza.

De pronto Charlotte rompe en llanto y para desgracia de Felipe, empieza a hablar.

- ¿COMO ES POSIBLE QUE HAYAN INTENTADO ROBARLE A MI BEBÉ PRECIOSOOO? –Dice Charlotte afligida. Felipe agarra despreocupado una caja de clinex y se la entrega –COMO ES PPSIBLEEEE. PUDISTE RESULTAR HERIDO, PUDIMOS PERDERTE. GRACIAS A SAN BENITO QUE SIGUES AQUÍ ES HORRI-

En ese punto Felipe no hacía caso. Conocía a Charlotte desde la infancia y a muy temprana edad había aprendido a ignorarla y que pareciese le hacía caso, simplemente debía soltar un "Tranquila", "Tiene sentido", "lo que tú digas'' y un ''Claro, corazón'' de vez en cuando y ella nunca lo notaría.

Así pasaron gran parte del camino hasta que Charlotte dijo algo que verdaderamente llamó la atención de Felipe.

-Ya sabes que los pobres son pobres porque quieren y recurren a robar por no tener verdadera iniciativa de cambio. Yo creo deberías irlo a denunciar con las autoridades, bb -Felipe paró el carro de golpe y la miro desconcertado -¿Qué dije? No es como si fuera mala idea -Respondió ella.

-No es mala, es pésima. Además no tengo idea de quién es o cómo luce. El shock no me permitió razonar la situación o poder identificar algo característico de su rostro - le respondió él.

-Sabes eso no es problema mi papi podrí–

-Que no -Dijo secamente Felipe y Charlotte calló por lo que restaba del camino.

Cuando llegaron a la escuela Felipe buscó dónde estacionar. Al apagar el carro él y Charlotte salieron. Ella preguntó si se verían después de la cuarta hora, a lo que él solo respondió con un simple "ajá". Charlotte empezó a caminar hacia el lado de Felipe y se recargó junto al auto.

-¿Qué haces? –preguntó Felipe irritado.

-¿Qué parece? Espero a mi novio para caminar juntos...

-Adelantate, debo buscar unas cosas en el carro antes -Abrió la puerta y se metió nuevamente al carro.

-Oh, te veo al rato, entonces... –y empezó a caminar lejos del carro y de él.

Felipe espero unos cinco minutos y salió nuevamente del coche. Se puso sus gafas negras y caminó hacia la entrada dónde podía visualizar a alguien esperándolo.

Phanfics TercermundistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora