Destino de Un Lobo ..* TAEKOOK *..

10

— ¿interrumpo algo Jungkook?

Hyung Sik había llegado y mi lobo quería despedazarlo por interrumpirnos.

¡Jodido humano!

Jungkook dio un respingo en su lugar y se alejó de mi rápidamente con un rubor cubriendo su rostro. Tuve que contenerme para no soltar un gruñido y me tomó cada onza de control no ceder ante mi lobo, cambiar y despedazar ahí mismo al intruso que rompió ese momento.

Mi lobo estaba jodidamente furioso y descontrolado, el estaba rasgando mi interior.

— Hy-hyung Sik, ho-hola — Kook me miró de reojo y rápidamente desvió su mirada— no interrumpes na‐nada.

— así es, nada —reitere con mucho enojo.

El tal Hyung Sik me miró con desconfianza y luego asintió.

-— entonces, me puedes acompañar Jungkook, necesito preguntarte algo.

El nombrado asintió varias veces y se fue al lado del recién llegado. Eso solo enojo más a mi lobo, sentía que no podía controlarlo más, sentía que mis ojos cambiaban de color, tenía que hacer algo rápido.

— ahg —me queje tocandome la cabeza, Kook quiso acercarse y lo detuve al estirar mi mano frente a mi— solo es un dolor de cabeza, iré a la enfermería, descuida Jungkook, ve con tu amigo, nos vemos.

Me di la vuelta y rápidamente me fui de ahí, mi lobo quiere salir y todo por que no se que tiene Jungkook que lo hace actuar así, es como si... es como si Jungkook fuera lo mas importante para el, para mi lobo y eso no tiene ningún sentido... o quizás si, mi lobo es muy protector con la gente que aprecia, quizás mi lobo quiere a Jungkook cerca por que sabe que es un buen chico, una buena persona y en este mundo hay muy pocas.

Me detuve cuando había puesto una buena distancia entre nosotros, di unas respiraciones lentas y profundas para evitar el cambio.

El olor de lirios del valle llegó a mi nariz.

Jungkook.

Volteé y el venia corriendo de la dirección en que lo dejé.

— Taehyung —dijo cuando llegó a mi lado, el se veía preocupado— déjame ayudarte, no te ves bien.

Mi lobo empezó a menear la cola feliz de tenerlo aquí. Estúpido lobo.

— estaré bien, solo ve con tu amigo, gracias.

Por un carajo, sueno celoso.

El bufo.

— no seas necio, ven.

El se colocó a mi lado y pasó mi brazo por sus hombros, y llevo su mano a mi cintura, empezó a caminar lento, con cuidado de no lastimarme mientras avanzábamos.

Una sonrisa tiró de mis labios, es tan adorable... y terco.

— sabes que a este paso de tortuga llegaremos cuando la campana de salida suene ¿no? —dije burlón y el sonrió.

— esta bien, no importa, lo importante es que te atiendas.

Asenti varias veces y seguimos caminando, al parecer a el también le gusta estar cerca de mi, como yo de el, al menos eso me dice mi lobo.