La mañana del domingo fue algo graciosa.
Solo un poco, porque Jeno no quería que se fuera por nada del mundo. Se había autodenominado como "una barrera", se había parado delante de la puerta y había hecho pucheros toda la mañana, pero su celular seguía vibrando con intensidad en su bolsillo haciéndole recordar la existencia de sus primos y amigos.
-Jeno, bebé.-tomó su rostro entre sus manos y con una sonrisa le habló lentamente.-Es solo por la tarde, en la noche estaré aquí. Te lo prometo.
-No.-negó con un puchero.-No te vayas Junnie, ellos te tienen siempre y yo...-detuvo sus palabras negando.-Por favor quédate, hare lo que sea.-lo abrazo lloriqueando mientras se escondía en su cuello.
Renjun moría por quedarse, pensó acariciando su cabello, tal vez acurrucarse con Jeno en su sofá o quizás usar la x-box que había visto encima de su armario y que parecía no usarse lo suficiente como era merecido, pero también estaban sus primos y sus amigos, Lucas había estado bien la primera noche porque consiguió ligar con una "linda chica de jeju" pero ya eso era cosa del pasado y estaba aburrido de ver cómo Xiaojun y Hendery se amaban en silencio frente a él y luego se iban a besar a su habitación.
Luego le dijo que Chenle había estado desapareciendo y apareciendo a horas dudosas en su habitación, dijo que no se haría responsable de ningún accidente que pudiera manifestarse cuando regresaran a China y Renjun solo rodó los ojos escuchando las quejas del mayor.
Además de que su itinerario se había ido a la misma mierda, hoy domingo y lo último que les quedaba por hacer era ir a Itaewon y mezclarse con todos los extranjeros que habían en el lugar. Al menos ese era el plan principal y Lucas estaba muy dispuesto a continuarlo pero Jeno...
Dios, Jeno...
-Puedes venir con nosotros.-concluyó, Lucas tal vez se iba a enojar, porque si él llevaba a Jeno, Chenle llamaría a Jisung y él volvería a ser el único sin nadie, aunque su primo solo era un llorón, bien sabía que podría conseguir a cualquiera cuando quisiera.
-Pero hoy quiero ser doméstico, no quiero beber.
Renjun soltó una risita cruzándose de brazos levantando una de sus cejas.
-¿Doméstico?
Jeno asintió intentando no sonreír, porque él estaba hablando muy en serio.
-Quiero hacer pillow talk y todo.-lo rodeó con sus brazos.-Abrazarte, darnos besos, quiero bailar mi canción favorita contigo...
-¿Bailar?-pregunto sonriendo al sentir un beso en su cuello.
-Si, bailar.
Renjun sintió su corazón derretirse, miró al pelinegro a los ojos y al instante todo tuvo más sentido. Era cierto, el veía a sus primos y amigos a diario cuando estaba en China en cambio, el solo tenía a Jeno por ahora y debía disfrutarlo para no arrepentirse luego. Tiró su abrigo a un lado y sonrió.