Guilty (Sasuhina)

III - Promesas no cumplidas

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Ella fue mi mejor amiga desde que éramos niños. Solíamos pasar cada tarde jugando. Ella tan dulce y complaciente que, cuando jugábamos, dejaba que ella eligiera el juego, me gustaba complacerla ya que nadie más lo hacía.

Siempre supe que ella gustaba de mí, era bastante notorio y además, a pesar de su timidez, me lo dijo un par de veces en los momentos que la ví tan rota y destrozada.

Recuerdo aún aquella tarde, en la que estábamos jugando, cuando ella alzó sus brazos y la manga de su sweater se bajó un poco dejando a la vista un moratón en su muñeca, como si alguien la hubiese jalado con fuerza, sin importarle que pudiera hacerle daño.

- ¿qué tienes en tu brazo? - pregunté y ella al notar su moratón expuesto simplemente lo cubrió - Hinata, ¿qué te sucedió?

- me caí - respondió ella desviando la vista hacia otro lado

Me acerqué a ella y tomé su brazo con firmeza, pero a la vez con delicadeza para no dañarla. Levanté su sweater y ahí estaba, un moratón que se notaba era reciente. Levanté la otra manga y había otro que era apenas visible.

- Hinata, explícame cómo es que te caes y te dañas de esta forma - le exigí

Ella bajó la mirada unos segundos, por un momento creí que lloraría pero no lo hizo. Levantó su vista y sólo sonrió de manera extraña.

- sa-sabes que soy bastante torpe, Naruto-kun...

Me dolía, verla fingir estar bien cuando claramente no lo estaba, me dolía.

Esos no eran moratones de una caída. Siempre fuí algo distraído e ingenuo. Pero hasta yo podía intuir que era lo que estaba sucediendo.

- tus...tus padres te pegan, ¿verdad? - pregunté casi con un hilo de voz, a pesar de que lo intuía hace un tiempo, tenía miedo de escucharlo de su propia boca, después de todo, en ese entonces sólo teníamos 6 años

- n-no lo hacen...- respondió molesta, con su ceño muy fruncido

- si lo hacen - respondí llevando mi mano a su mejilla izquierda, acaricié su mejilla y luego le mostré mi mano que se encontraba llena de corrector facial - ¿crees que no noté que también tienes un moratón en tu rostro y lo cubrieron con maquillaje?

Ella bajó la mirada, sus lindos orbes color perla se encontraban acuosos y su labio inferior tembló levemente.

La abracé con fuerza y a los pocos segundos ella correspondió el abrazo mientras lloraba en silencio, seguramente para que sus padres no la escucharan. Yo sólo me dí cuenta porque sentí húmedo mi pecho.

¿Por qué una persona tan linda y dulce como ella debía recibir tratos tan nefastos como estos?

- Hinata, te prometo que cuando seamos adultos me casaré contigo y te sacaré de aquí, ¿de acuerdo? - dije con firmeza y ella asintió levemente

Pero los años pasaron, y entendí que el amor incondicional que sentía por ella no era más que amor fraternal, un amor donde deseaba esconderla de todo mal, un amor de hermanos o incluso el de un padre.

Y cuando conocí a Sakura Haruno, me dí cuenta de lo en realidad era sentirse enamorado. Un amor que nunca planeé pero pasó.

Un amor como el que ella encontró en el que años después se convirtió en uno de mis mejores amigos, Sasuke Uchiha.

Verlo tan frustrado por no poder hacer nada por ella me recordó a aquellos años en los que juré protegerla de todo mal y que, por crecer olvidé por completo incluso alejándome de ella por querer tener mi propia vida.

Yo nunca cumplí mi promesa, no la pude proteger. Pero Sasuke Uchiha estaba dispuesto a todo por ella, ni los status ni la justicia ni la muerte podrían con el amor que ellos se profesaban.

Si, Sasuke Uchiha la asesinó. Él estaba dispuesto a protegerla a toda costa, estaba dispuesto a sacrificarse por ella.

Algo que yo, Naruto Uzumaki, jamás pude cumplir.

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