7

223 14 4
                                    


¿Sorprendido?¿Confundido?¿Abrumado?¿Los tres al mismo tiempo? Jin se había quedado congelado con las palabras que el mayor acababa de pronunciar. No estaba seguro de haber escuchado bien, por lo que estaba buscando una confirmación.

- ¿Quieres que me acueste contigo? 

- Sí, pero baja tu voz un poco, por favor. 

- ¿Y me vas a dar dinero por ello?

- Sí.

- ¿Me has visto cara de prostituta? Está bien, te la mamé una vez, pero eso no quiere decir que me trates de esta manera. Te dije que esta situación es muy importante para mí y tú solo piensas con la otra cabeza. Te respeté por ser mi jefe, pero esto es demasiado. No quisiera renunciar a este trabajo, pero no me gustan este tipo de propuestas.

- Humm está bien. Tu cara es muy hermosa como para estarla comparando con la de una ramera. Aunque...

- Señor Kim Namjoon, estamos en otra cosa en estos momentos.

- Sí, solo quería mencionar que pensaba aumentarte la paga desde este mes sin tocar el aumento que me mencionaste. Esto es simple, tú recibes tu aumento, pagas la clínica de tu padre y te sientes bien. Yo tendré placer, me quitaré este estrés que tengo desde hace días y los dos conseguimos lo que queremos. Además, ayer no te vi para nada en contra de lo que tuvimos. 

Jin, sin poder creérselo aún, estaba en verdad meditando la posibilidad de recibir dinero a cambio de ello. Como el moreno había dicho, podía recibir lo que había pedido y más que eso. Lo del estrés había pasado desapercibido por él, Kim siempre lucía imperturbable.

- Lo pensaré, pero también mantendré en pie una posible renuncia. No me gusta ser malinterpretado.

- Está bien, como desees. Quiero una respuesta para más tarde. Me dijiste que mañana debías pagar lo de tu padre ¿Cierto? Quiero esto para hoy en la noche, espero tu respuesta y que no te arrepientas de tu decisión.

Jin se levantó e hizo una leve reverencia hacia su mayor, luego abrió la puerta y se fue sin mirar atrás.

Mientras caminaba hacia su habitación, iba recordando las veces que se había imaginado situaciones similares con su jefe, sueños relacionados con favores sexuales o propuestas indecentes. Ahora que esto se presentaba en la vida real, realmente lo hacía sentir confuso: no sabía si aceptar o no. ¿Qué tal si solo se está burlando de él? Pero él también sabe que Jin le corresponde ¿Y si renuncia? Es la primera vez que se sentía cómodo con su sueldo y por la cantidad de tiempo que laboraba, se podía decir que su trabajo era bien remunerado.

Al entrar, cerró la puerta y se acostó en la cama mientras pensaba en la decisión que debía tomar. El tono de llamada de su celular lo sacó de sus pensamientos.

- Hola hyung! ¿Cómo estás? Hace tiempo que no se de ti, ni siquiera te veo en la universidad.

- Ay Jiminie, han pasado muchas cosas - dijo Jin terminando con un suspiro.

- Uy hyung ¿Puedo saber quién te hace suspirar de esa manera?

El tener tantas cosas en la mente, hizo que Jin decidiera simplemente contarle todo lo que había pasado a su dongsaeng. Después de todo, era una de las personas a las que tenía más confianza.

- Hyung, tu situación es de película. ¿Ahora no sabes qué hacer? Solo acuéstate con él y ya. Él quiere, tú lo quieres y lo necesitas ¿Cuál es el problema?

- Que me haya tratado de esa manera. Yo le pedí el aumento para algo importante y él solo me dijo eso.

- A ver Jin. Esto es muy importante como para pensar en sentimentalismos ¿Recuerdas lo difícil que fue hallar una clínica como esa? ¿Una que le diera todo lo que necesita?¿O estás planeando volver a cuidarlo? Yo no creo que te pueda ayudar con ello otra vez.

- Sí lo recuerdo, fue horrible.

- Piensa frío hyung. Quizá no fue lo mejor, pero es lo más seguro que tienes. Solo hazlo y ya, no lo pienses mucho ¿Sí? Si algo va mal, no dudes en avisarme. Recuerda que la salud de tu padre está en tus manos ... y en tu trasero - una risa se escucha a través de la línea.

- ¡Jimin! Está bien, veré que hago aquí, gracias por escucharme. Te visitaré pronto.

- Claro hyung, no me olvides. ¡Adiós!

Jin colgó la llamada y se levantó de su cama. Ya sabía lo que debía hacer y Jimin le había dado la valentía suficiente.

HANI

"¿Por qué Yoongi habrá enviado tantas frutas?¿Nos habrá visto desnutridos?¿O creerá que viven ochenta personas por aquí?" ella pensaba. Con una mano en la espalada, guardaba la última en la refrigeradora, como tratando de evitar el dolor de cintura que le había originado esa labor.

Luego de servirse un vaso de agua, se sienta en uno de los sillones y prende la televisión. La casa se sentía vacía sin Jin corriendo de aquí por allá. Y recordó a Jin.

Él era un joven verdaderamente valiente. Ella aún recuerda cuando su mamá falleció, simplemente la cambió para siempre.

-

Los padres de Namjoon aun vivían en la casa familiar, en donde Hani y su madre trabajaban desde que la hija era adolescente. Aunque al principio odiaba ese tipo de vida, luego se fue acostumbrando y hasta formó lazos de amistad con el hijo de los jefes de su madre. 

Como todos los días, ella y su madre regresaban del supermercado: Hani se encargaba de llevar las cosas y su madre de traerlas. Hani siempre se aseguraba que su madre no hiciera mucho esfuerzo, pero ella siempre insistía en que estaba como nueva y que no debía preocuparse mucho por ello. 

Esa vez, era el cumpleaños de uno de los conocidos del señor Kim y de su esposa. Los dos adolescentes: Namjoon y Hyunjin jugaban en el patio de su casa mientras que Ken, Hani, su madre y el chofer preparaban todo para la celebración. Desde la comida hasta la vestimenta de los anfitriones, todo se había planeado con antelación, por lo que se debía procurar que saliera de acuerdo a lo planeado. 

En la noche, el señor Kim le había pedido a la señora Ahn, la madre de Hani, que retirara la mesa de centro y si era necesario, que pidiera ayuda, ya que varias personas habían chocado accidentalmente con esta. Ella aceptó y como siempre, quiso hacerlo por su cuenta. Bajó las escaleras y fue directamente hacia donde estaba el objeto. Cuando lo comenzó a jalar se dio cuenta que no podía sola, pero se negó a pedir ayuda. En el segundo intento, con la fuerza que movió la fuerza se fue hacia atrás en donde estaban unas cajas con todos los regalos entre electrodomésticos, calzado y ropa. El gran ruido que se produjo paralizó a todo mundo y todos miraron hacia donde provino: la señora Ahn había quedado debajo de todas esas cajas y su cuerpo yacía inerte en el suelo. Su hija desesperada corrió a sacar el cuerpo de su madre con ayuda del señor Kim y su esposa, los niños y los invitados estaban sorprendidos. Esa misma noche, la llevaron al hospital pero ya era tarde.

Desde ese entonces, la limpieza y el orden reinaron sobre la casa, además se determinó un principio importante "Pedir ayuda no es sinónimo de debilidad, si no de honestidad". Lastimosamente, tiene un origen trágico, pero se pudieron muchas otras situaciones gracias a ello.

-

Con un suspiro, recordó una vez más ese suceso que aun asoma a su mente de vez en cuando. En ese momento, ve a Jin bajar y se reúne con el cuando termina. 

- ¿Y qué pasó? ¿Qué quería?

- Quería lo que te estás imaginando que quiere. 

- Ay ¿De verdad? ¿Y lo harás? 

- Sí, lo haré. Por el bien de mi padre, él se merece ello luego de tanto. 

- Sí, lo sé. Bueno, te deseo suerte en ello. Hay que ir a cocinar, ya se acerca el almuerzo y no hemos hecho nada todavía. ¡Hay que hacer la receta que vimos ayer! Vi que tenemos los ingredientes. 

- Está bien. ¡Manos a la obra!

"Sirvienta" Seokjin ~ NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora