Capitulo 1.

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Los villanos de una sociedad donde el ochenta por ciento tiene una habilidad especial, pueden esconderse en todos los lugares por culpa de los llamados héroes.

En una parte de la ciudad, se encontraba un complejo pasadiso llenó de ilusiones difíciles de pasar dependiendo de la persona que seas, tenías que bajar por una supuesta alcantarilla que después se transformaban en un grupo de escaleras de caracol llevandote a un escondite perfecto para ellos, las consideradas ratas de la sociedad.

___(Tn) se encontraba en uno de los tantos cuartos que tenían esos túneles, para su sorpresa, su hermano era líder de todos aquellos que estaban ahí. Considerado muerto Yūu se vio obligado a comenzar una nueva vida lejos de su gran sueño de ser héroe, pero eso no quitaba su justicia, conociendo la verdad sobre la sociedad decidió hacer una limpieza de ese mundo.

Sería una masacre que estaría dispuesto hacer con tal que las siguientes generaciones estuvieran en una sociedad limpia y libre de los contaminados. La preocupación que aún tenía era su hermana, quería que muriese antes de todo, a sus ojos ella era tan pura que no se merecía sufrir todo eso. Durante años intento que se quitara la vida para poner a funcionar el plan, pero ninguna de las ilusiones o sueño que mandaba funcionaron, desde que llegó al que ella llamaba su solecito, Mirio Togata.

Mirio se había convertido en un gran apoyo para ella, en un momento preciso la detuvo de quitarse la vida; a su lado todo iba bien y se sentía protegida, como cualquier adolescente quería llevar una vida tranquila y felizmente enamorada, pero eso era imposible.

—¡Es hora de levantarse, Florecita! —esa voz la conocía tan bien y como sí sus energías fueran recargadas, abrió los ojos —. ¡Hoy será un gran día!

Sabía que él mentía, no podía salir de la cama por su recuperación que para su buena suerte ya estaba completa, pero ninguno de sus personas importantes le permitía salir de ahí.

—Buenos días, Mirio —saludó ___(Tn) con una leve sonrisa. Estar en esos túneles le hacia perder su noción del tiempo.

—Buenos días —respondió Mirio para acercarse a ella y darle un leve beso.

—¿No es muy temprano? —aún se sentía muy cansada, muchos pensamientos de culpa le habían invadido la noche anterior.

—¡No! Es hora de desayunar.

—No quiero —Mirio la miró borrando su sonrisa —. No tengo hambre.

—Te has saltado el desayuno muchas veces —se sentó en la cama y entrelazó sus manos—. Me preocupas.

—Estoy bien, solo que últimamente no tengo hambre.

—¿Crees que sean tus medicamentos? Debería hablar con Yūu-san sobre eso.

—No creo que sea eso —le acarició la mejilla; el tacto de ella sobre su piel le provocó una descarga de emociones que lo hizo temblar un poco ganándose la risa de su pareja—. ¿Estas bien?

—Me haces temblar, literalmente —comenzó a reír de forma un tanto exagerada que tanto lo caracterizaba—, y no entiendo porqué, nunca me había pasado eso con otra chica.

—¿Así que has salido con más personas? —interrogó, no por celos solo era curiosidad.

—Bueno, salir como tan, justo como nosotros ahora creo que no, pero Nejire sí me ha presentado a muchas de sus amigas, la verdad son muy lindas, p-pero no tanto como tu, claro y también estaban las cartas esas de declaración que me llegaban que desde que te conocí deje de aceptar, l-lo digo en serio. En conclusión jamás llegamos a ser una relación formal, simplemente éramos bueno... ¿cómo decirlo? Quizá ¿enamorados? Ahh, siento que debería dejar de hablar ahora, pero no puedo, ___(Tn)...

A salvo [Mirio Togata] HAITUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora