Capítulo 3.

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Sus horas estaban contadas así que decidieron no separarse hasta la hora de la partida.

Tuvieron una pequeña cita en su habitación, aunque solamente comerían el desayuno, Mirio remarcó que una cita es buena hasta cuando estas en casa con la persona que te gusta. Estaban sentados en una cama frente a frente.

—¡Abre boca! —dijo Mirio, sonrió y le acercó una cuchara a la boca de ___(Tn), en ella estaba un poco de yogur con trozos de galleta de chocolate.

___(Tn) le pidió a Yūu que cambiará un poco su desayuno días anteriores, comer solamente gelatina, un poco de fruta y un vaso de jugo o leche, le comenzaba a molestar y cuando se enteró que Mirio comía lo mismo que ella fue directamente a exigir un cambio en su desayuno, Yūu sin ponerle alguna excusa atendió a sus necesidades y hasta logró consentirla con sus cosas favoritas.

—¡Quiero otro! Por favor —pidió ___(Tn), su voz sonó muy tierna, Mirio la miró con atención ¿de verdad debían alejarse?

—¡Para mi novia, lo que quiera! —Mirio tomó más yogurt con la cuchara y con delicadeza acercó la cuchara.

Sobre la cama se encontraban los platos que estaban vacíos y dos vasos que anteriormente contenían jugo natural de naranja. Para su suerte, Yūu había permitido que durmieron en la misma habitación, pero en camas separadas, los dos respetaban el acuerdo y jamás juntaron las dos camas o durmieron solo en una.

Ese día querían romper un poco la regla y quedarse en la cama de Mirio todo el día.

Yūu tenía miedo de que esos dos adolescentes tuvieran algo durante las noches, pero rápidamente la idea se esfumó cuando recordaba la pureza de sus corazones, no buscan entrelazar sus cuerpos, solamente querían amarse de una manera hermosa y que solo ellos comprendían.

—¿Se ha gastado? —preguntó ___(Tn), miraba el bote completamente vacío, así que suspiro pesadamente —. Estaba delicioso.

—___(Tn) —llamó Mirio casi un susurro, ella lo miró confundida —, estoy orgulloso de tí.

Ladió la cabeza confundida, no había hecho nada para que él dijera eso.

—¡Hoy has terminado todo tu desayuno! —anunció, sonrió emocionado y tomó las manos de ___(Tn).

—¿Qué? —las lágrimas se acumularon, bajó la mirada mordiendose el labio inferior tratando de que sus comisuras cayeran.

Tenía razón, con todo el ánimo de ese día no había visto hasta donde había llegado, durante muchos meses, mucho antes de conocerlo, nunca había terminada su comida o simplemente no comía.

Mirio lo había notado desde el día que le contó sobre su hermano y se quedó a cenar, había comido casi la mitad del plato y había dicho que estaba llena, para su padre fue muy normal, pero él sabía que algo estaba pasando, así que prestaba atención cada que comían juntos.

—Felicidades, ___(Tn) —Mirio soltó sus manos y las dirigió a sus mejillas, decía que quería mirarla, cedió y alzó la cabeza.

Se miraban fijamente, Mirio tenía una sonrisa que desbordaba tranquilidad y amor, mientras que ___(Tn) trataba de sonreír con lágrimas de felicidad.

—¡Lo logre!

—Sí, lo lograste.

___(Tn) se impulsó un poco y estiró los brazos para rodear el cuello de Mirio. El chico se tensó, eran pocas las veces en la que ella quería abrazarlo o besarlo, los colores se subieron a sus mejillas, con nervios la abrazó por la cintura y la acercó a él.

Juraba que podía quedarse de esa forma durante mucho tiempo, cerró los ojos disfrutando la calidez y el amor que sentía por ella. No podía abandonarla, sabía que le había pedido que se olvidará de ella, que siguiera su vida y se convirtiera en un gran y fantástico héroe.

A salvo [Mirio Togata] HAITUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora