Eren Jaeger
Las puertas se abrieron tras unos segundos y salí encontrándome con la estación principal de enfermería de ese piso. Médicos y enfermeras caminaban de un lado a otro, con una sonrisa me acerco al cubículo central y miro a Marco quien leía unos documentos.
— Hola, Marco —digo apoyándome en el mostrador jugando con los bolígrafos que estaban claramente ordenados.
Él levanta la vista y sonríe antes de que sus ojos vuelvan a los papeles en sus manos.
— ¿En qué estabas Eren? —pregunto con burla, como si se esperara una travesura de mi parte.
— Explorando el área de pediatría y haciendo enojar a Annie —digo encogiéndome de hombros—. Es muy ruda para ser enfermera, ¿No crees? —pregunte mirando a un chico empujar un carrito con las muestras que iban directamente hacia el laboratorio clínico.
— Eren, ella no es ruda, solo es algo ¿Estricta? —dice no muy convencido frunciendo ligeramente la nariz.
Le doy una mirada y no puedo evitar reír a carcajadas.
— Corrección, ruda —suelto haciendo incapié en la última palabra.
Marco sonríe y organiza unas cuantas carpetas.
Doy la vuelta y echo un vistazo para ver que las puertas del ascensor se abren de nuevo, saliendo Annie y Pieck. Los ojos de Annie me fulminan y me encojo de hombros inconscientemente, me sentía como un prisionero al ser descubierto.
— ¿Qué?, justo iba a cambiarme —Annie resopla, y las dos caminan por el pasillo de urgencias.
Pieck ajusta su mascarilla y sus ojos se encuentran con los míos por un segundo antes de reír.
— Me odia, ¿Verdad?
Solté resignado mirando la espalda de dos de las enfermeras más serias y estrictas del hospital.
— ¿Cuál de las dos? —pregunta burlescamente Marco mirando a las dos chicas.
Sonrió y bajo la mirada a la carpeta que está frente a él, una lista de pacientes internos llama mi atención. ¿Estará aquella chica?, Marco guarda la hoja y saca otra carpeta, suspiro y paso una mano por mi cabello.
— Tengo que cambiarme, nos vemos luego —me despido moviendo la mano, Marco sonríe y vuelve a los documentos.
Ignoró las miradas de las enfermeras y caminó hasta el final del pasillo del ala C. Suspiro al ver el pequeño aviso «Solo personal autorizado», me acerco a la puerta ligeramente abierta e ingreso, en las primeras taquillas un chico se acomodaba su bata, paso por un lado y me acerco a mi taquilla, deslizó mis manos por la bata blanca y la doblo con cuidado.
— Así que tienes tu primer trasplante, ¿No es increíble?
Mis ojos se encuentran con los del chico en el reflejo del espejo. Era Floch Forster, cirujano cardiotorácico que asistía en ocasiones a mí padre. Su cabello era de un ligero color rojizo oscuro, y sus atractivas facciones hacían que nunca le faltase compañía de alguna residente.
— Supongo —dije lanzándole una mirada de pocos amigos, ajusté mi carnet al lado del bolsillo y arregle mi cabello.
— Es curioso que el hijo del jefe de cirugía haga su residencia aquí ¿No crees? —se recargo en las taquillas mirándome de pies a cabeza, lo sabía, este hijo de puta no venía en son de paz.
— Lo único que creo es que el directorio elige perfectamente a los residentes —cierro mi taquilla y paso por el lado de Floch—, yo soy el claro ejemplo, con permiso doctor Forster —suelto algo irritado antes de salir.
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•°★Donuts★°• [EreMika]
FanfictionMikasa Ackerman amaba el mundo, quería vivir lejos de la ciudad, tener el control de su vida, sin embargo eso no era una posibilidad. Lo único que había conocido en toda su vida a parte del parque de las luces, era el centro hospitalario de shigansh...