capítulo II

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Capítulo II

Kozume ya desde hace un tiempo que sabía que le gustaban los chicos, su madre y sus mejores amigos eran los únicos que estaban al tanto, todavía no se animaba a contarle a su padre, bastante le costó con su primogénita, quién lo aceptó (medio que ...

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Kozume ya desde hace un tiempo que sabía que le gustaban los chicos, su madre y sus mejores amigos eran los únicos que estaban al tanto, todavía no se animaba a contarle a su padre, bastante le costó con su primogénita, quién lo aceptó (medio que a presión) , pero se pone sumamente incómoda cuando alguien pincha ese tema.

Sus más cercanos trataban de ocultárselo, pero era obvio, era muy obvio, de que por ahí, de vez en cuando, se escuchaba algún que otro rumor entre las aulas de la posible homosexualidad del individuo.

No eran muchas las sospechas, la mayoría de la gente, al estar cegados por su belleza, ni se les cruzaba por la mente la posibilidad de que Kenma sea gay.

Pero siempre estaban aquellos que salían con la misma frase maldítamnete repetitiva.

"Todas las chicas babean por él, pero jamás lo he visto aceptar ninguna confesión, ni mucho menos confesarse"

"No puede ser, acaso... ¡¿Será gay!?"

Esas, esas últimas dos palabras, esas siempre eran las que decían con una expresión de desaprobación y asco en la cara.

Y esas mismas palabras, son aquellas que de vez en cuando le sacan alguna que otra lagrimita a la madrugada entre los acolchados de su cama.
No, la verdad, no eran esas palabras las que lo angustiaban, la frase "¡¿Será gay?!" no era específicamente homofóbica, probablemente era el conjunto con el que venían esas palabras: una cara totalmente perfilada en repugnancia, una desaprobación absoluta, y por su puesto, el enjaulamiento de la libertad de su sexualidad.

Era como si las circunstancias le sacaran la lengua, burlándose de como no podía quejarse de nada, porque nadie lo estaba concretamente agrediendo, pero aun así tenía que sufrir en silencio su gusto por el sexo masculino.

Esas malditas palabras.

Esas malditas palabras

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《Se supone que nos odiamos》 | KUROKENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora