Kozume Kenma y Kuroo Tetsuro son los mas famosos del instituto debido a sus envidiables apariencias.
Pero debido a un suceso bastante estúpido que pasó hace 2 años, entre ellos, no se pueden ver ni en pintura.
Será en un campamento de literatura, en...
Holii, les dejo la nueva portada en la multimedia, también van a estar viendo los nuevos banners, nada eso, los dejo con la lectura. 💓
(capítulo sin revisar, ni bien tenga tiempo lo revisare y lo publicaré corregido)
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Nuevamente despertaba en esa habitación, por suerte esta vez sí se acordaba cual era el contexto en el que se encontraba.
Sabía donde estaba y que probablemente los ronquidos que se escuchaban casi imperceptiblemente a su lado pertenecían a Kurō.
Gracias a Dios, otra cosa que era distinta a la mañana anterior, era que al apenas tocar la pantalla de su celular, este se iluminó mostrando el fondo de pantalla en el que se encontraba su gato y una hermosa batería llena al 100%.
En el fondo de su mente estaba aquella espinita pinchandole y diciéndole "acuérdate que probablemente al segundo que salgas de tu habitación, tendrás a medio hotel sabiendo que eres homosexual".
Pero decidió que no dejaría que lo afectara, que lo aceptaría y que llorar más de lo que lloró ayer, no serviría de nada.
Había que avanzar, avanzar, avanzar.
Eran las 9:00 de la mañana cuando decidió darse una ducha como primera actividad del día, como para que si hoy era el peor día de su vida, por lo menos lo viviría con el culito limpio.
Salió de la ducha ya vestido secándose su pelo con una toalla y encontrándose con Kurō terminando de prepararse para salir a lo que suponía que era el desayuno.
A pesar de que su relación había mejorado, al parecer ninguno de los dos todavía se sentía lo suficientemente cómodo como para dedicarse los buenos días al otro, por lo que únicamente pasó de él posicionándose en frente del espejo que se encontraba fuera del baño, cerca de la entrada.
-Me voy, los chicos ya me están esperando abajo, te dejo la llave- comentó el pelinegro comenzando a caminar hacia la puerta.
-Bien- respondió sin mucho interés el rubio, mas concentrado en acomodar aquel piercing negro del labio girándolo en su mejor posición, luego alzando sus antebrazos para intentar comenzar a atar su pelo en una media cola, sosteniendo la liga con los dientes, escuchando de fondo como Tetsurō abría la puerta.
-No te lo ates, te ves bonito con el pelo suelto- dijo sin detener su avance, siendo lo último que escuchó el teñido antes de que la puerta se cerrara anunciando la salida del contrario.
Kenma abrió de más sus ojos y sus brazo se congelaron en el aire, para que luego su brazo izquierdo se relajara cancelando la acción que anteriormente iba a hacer, mientras el diestro quitaba la liga entre sus dientes.
Y sus ojos solo podían mirar su reflejo con aquella expresión de asombro.
"¿¿ok??" era lo que la cara que veía en el espejo parecía decirle.
