Desesperado

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En realidad, este capítulo me hizo pensar en dos canciones.

Car radio by Twenty One Pilots.
Desperado by Rihanna. Efectivamente. De ahí el nombre.
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Tengo que alcanzarlo.

Bajó tan rápido como sus piernas se lo permitían, pero las escaleras parecían extenderse ante sí. No sabía a qué hora se habría ido Osamu, pero tan pronto vio la nota, comenzó la persecución.

No había atendido ninguna de sus llamadas. ¿Por qué te fuiste Samu? ¿Hice algo malo? ¿Acaso tan borracho llegué anoche? Lo hicimos. No hay razón para que esté molesto ¿será que no le gustó? ¿Acabé antes que él? No creo. Siempre procuro a mi pareja ¿qué diablos hiciste Rintarō? ¿Por qué demonios no puedo recordar lo que pasó? Solo recuerdo haber pasado al am/pm por alcohol y beber algunas latas. En cuanto Samu abrió me arrojé como animal en celo sobre él ¿habrá sido eso lo que lo molestó? No, él nunca se molestaría por eso. Al contrario, le gusta.

-Maldita sea Samu- la maldición fue opacada por el golpe de la puerta al cerrarse. Si podía evitar conducir lo hacía, pero esta vez se trataba de una emergencia y tendría que hacerlo.

Las preguntas se acumulan en mi mente. Todas quieren salir a la vez. Algunas las hago en voz alta y me auto contesto. La sangre de mi pulgar empezó a salir tras estarlo mordisqueando a causa de la ansiedad. Mi mano tamborilea desesperada en el volante rumbo al aeropuerto ¿Cuál es la probabilidad de que siga ahí? ¿Qué pasa si ya se fue? ¿qué harás entonces? ¿Qué harás si se quedó? ¿Para qué lo persigues si no lo quieres? -cállate- en el interior de su auto solo él podía escucharse.

Deberías dejar que se fuera. Problema resuelto. No podrá reclamarte nada si él es el que decide marcharse ¿no? -es mi amigo, no puedo dejarlo irse así- ¿amigo? ¿Después de todo lo que pasaron es tu "amigo"? Si se lo dices a él seguramente se ofendería. -Maldita sea Samu, yo no quería esto- ¿para qué aceptaste entonces? -Yo no acepté nada-. ¿Entonces? -cállate- dependes de él tanto como él de ti -cállate- por eso le seguiste la corriente y te engañaste diciendo que eran solo amigos. Estás jugando con sus sentimientos. Eres lo peor. ¿Cómo puedes jugar así con alguien que te quiere de verdad?

Estarías mejor muerto.

Osamu te lloraría, pero ya no lo atarías más. Sería libre. Libre de ti y tu deporte sexual.
Suna subió el volumen del radio en el auto, pero ni con la voz de Tyler Joseph reventando las bocinas, las voces en su cabeza guardaron silencio.

Sal de la vida de Osamu. Estaría mejor sin ti. Tu padre no sentiría decepción por ti. Ni tú te soportas. Solo tienes que pisar el acelerador a fondo. -¡ya cállate!- gritó mientras golpeaba el volante.

Se orillo en el estacionamiento más cercano para tomar aire. Así nunca podría llegar al aeropuerto.
Tapó sus orejas con las manos y subió el volumen de la música, car radio comenzó a sonar. Una canción perfecta para la situación.

Las voces en su cabeza se callaron una vez que las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas. Todas, excepto una.

Pisa el acelerador a fondo.

Su pie se movió involuntariamente hacia el pedal del acelerador y pisó a fondo.

Tan rápido como lo hizo llevó ambas manos al volante como acto reflejo. Las llaves colgaban de sus dedos emblanquecidos por la fuerza con la que apretaba el llavero contra el volante. Bajo del auto tan rápido como sus temblorosas manos soltaron el cinturón de seguridad.

DaffodilsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora