Reencarnando en Boku no hero con poderes de Superman

Cita en el festival Reescrito

Había salido de bañarme y me dirigía al cuarto que compartía con Toga, cuando entre en el pude ver a mi hermana con su nuevo yukata, su cabello estaba un poco más peinado de lo usual, también tenía un poco de maquillaje aunque solo era lo básico, debía apresurarme y cambiarme pero cuando me iba a quitar la bata pude sentir una mirada observándome, al mirar a mi hermana pude ver cómo sonreía de forma traviesa mientras se sentaba en la cama, después de mirarnos fijamente por unos segundos ella se puso de pie mientras hacia un puchero para después salir de la habitación dejándome solo para poder cambiarme, para la ocasión había comprado un yukata sencillo totalmente negro con bordes dorados, debajo del yukata tenía unos shorts cortos, debía admitir para mí mismo que a pesar de no estar en forma tenía un muy buen aspecto, aunque me veía un poco delgado.

Una vez listo baje al salón donde me encontré con una escena muy vergonzosa, mi hermana aparentemente había logrado encontrar mi escondite secreto donde había guardado algunas cosas para nuestra cita, ahora ella estaba acostada en el sofá jugando con una caja metálica de preservativos.

-Adivine donde escondiste mi regalo para la cita, no pensé que hubiera tantos sabores de Pocky y debo decir que me encantan pero realmente no pensé que fueras a comprar esto, ahora entiendo porque quieres ir al bosque-, Toga sonrió de forma pícara, sus mejillas estaban sonrojadas con un tono aún más oscuro de lo normal.

-No es lo que piensas... Tu me dijiste que estaba bien que los comprará-, respondí tranquilamente.

Himiko Toga se levantó del sofá y se acercó hacia mi, con su mirada me escaneo revisando mi ropa probablemente en busca de arrugas, después de un momento asintió con una sonrisa para después abrazarme.

-Te vez muy lindo-, susurró Toga.

-¿Lindo?, Deberías verte a un espejo, realmente eres la chica más linda que conozco-, susurré mientras correspondía su abrazo.

-Niisan-, susurró tímidamente la rubia.

-¿Sucede algo?-, pregunté.

-Si realmente quieres usar los preservativos...solo dilo, creo que estoy lista, mientras sea contigo se que estaré bien-.

-No te preocupes por eso... Cuando el momento llegue lo sabremos, solo hay que ser pacientes, además apresurarse tiende a llevar a errores y un error en esto podría afectar el futuro... No creo que la UA tenga un programa de apoyo para la maternidad-, trate de sonar tranquilo, realmente no quería apresurar las cosas, esta vida era un regalo del cielo y tomaría las cosas con calma.

-Supongo que tienes razón... Cómo heroína debo ser un ejemplo a seguir-, murmuró Toga mientras sonreía.

-No pensé que tuvieras interés en salvar a las personas... Creí que preferirías los estudios generales dime ¿Que es lo que realmente deseas hacer con tu vida?-, pregunté con verdadera interés aunque tenía una idea de su respuesta.

Toga cerro sus ojos por unos segundos tratando de encontrar palabras para describir sus sentimientos... Desde que era una niña pequeña siempre había visto a su hermano como su modelo a seguir, ella lo admiraba, su hermano lo tenía todo para brillar como una estrella pero él nunca lo hizo porque preferiría estar ahí, cuando mi sed me incitaba a consumir mas sangre él estaba ahí, cuando me enfermaba él estaba ahí, cuando tenía miedo o me sentía sola él estaba ahí, sin importar que esto le causará dolor, el siempre estuvo ahí... Fue solo con el paso de los años que logro entender todo lo que su hermano había hecho por ella, el peso de sus acciones y lo difícil que debió haber sido cuidar de ella... Por más que lo intento no pudo recordar un solo momento dónde su hermano hubiera actuado como un niño de su edad y con solo pensar en eso su pecho se llenaba de culpa, todo lo que había pasado durante estos años y aún así el nunca se había quejado...