Reencarnando en Boku no hero con poderes de Superman

Papas y helado Reescrito

La mañana había llegado, el sol había salido, los trabajadores trabajaban y los pájaros pajareaban, al parecer mi hábito de despertarme temprano me había seguido hasta esta nueva vida, estaba por despertar a mi pequeña hermana cuando la puerta de la habitación fue abierta...

Fue bastante divertido ver a mi madre abrir la puerta de la habitación por su cara de confusión al vernos abrazados, según mis recuerdos nunca fui muy cercano a Toga ya que tenía mis propios amigos mientras que toga era muy tímida y bastante antisocial, ella generalmente estaba sola excepto en casa donde estábamos juntos, eso iba a cambiar, como el infierno la dejaré sola.

Tuvimos un desayuno rápido y nos preparamos para el colegio y debo decir fue agradable jugar con Toga ya que mis "amigos" eran bastante desesperantes, supongo que era normal por su edad, otro gran cambio fue que la escuela era muy fácil, supongo que tenía ventaja al ser un estudiante de derecho a nivel universitario, lamentablemente eso solo servía hasta los primeros años de prepa ya que las leyes que estudie eran de otro país, por no decir que eran de otro mundo donde los poderes no existían, aunque no importaba mucho.

Podía usar mi quirk para solucionar mi vida, robar un banco debería ser tan fácil como quitarle un dulce a un niño y supongo que Nezu no duraría en manipular un poco mis pruebas con tal de que fuera un héroe, más sabiendo el estado de All Migth, además todavía me quedaba tiempo para poder aprender por mi solo, bah si claro estudiar cuando puedo ser un maldito héroe al nivel de All Migth, todos los demás eran malditos extras como diría cierto rubio explosivo.

Sali de mis pensamientos cuando note que Toga estaba distraída, espero que no sea su quirk o esto se va a ir al infierno muy rápido, trate de animarla un poco pero seguía distraída, dejaría el problema para la casa otro problema más, la educación era muy estricta, de hecho estoy seguro que tengo más tarea que en mi época de preparatoria aunque talvez se deba a mi falta de interés en las tareas.

El tiempo pasó increíblemente lento, algo normal para la escuela, al salir tome a Toga de la mano y empecé a caminar llevándola conmigo hasta un parque cercano, algo peligroso para dos pequeños niños, excepto por qué Japón tiene muy bajos índices de crímenes y por qué de un golpe podría mandar a la mierda a cualquier villano que quiera problemas.

-Imouto, ¿Que sucede?-, pregunté mientras la miraba a los ojos, un pequeño truco mental para que los niños no puedan mentir.

-Niisan, ¿Por qué estás conmigo?-, con una voz tan delgada como una copa.

-Porque eres lo más importante para mí y por qué haría lo que fuera por ti, después de todo eres lo más valioso para mí-, dije sin dudarlo.

Si por un momento pensé que en lugar de ser un kryptoniano era cierto Uchiha con el complejo más grande de hermano mayor que haya visto.

-No creo que valga tanto-, susurro la niña.

Después de oírla decir eso la mire por unos segundos, siempre tuve la teoría de que Toga había tenido un pequeño problema de autoestima y luego tuvo problemas con su quirk rechazando lo hasta que se le salio de las manos, afectando su estado mental hasta lo que terminó siendo en la serie, aunque al final no se había corrompido por completo ya que seguía queriendo de una forma sana a sus amigos y Twice era el ejemplo perfecto.

Había tomado una decisión, ella era mi hermana, tenía los recuerdos y sentimientos de mi anterior cuerpo, además no soy tan cabron como para dejarla romperse enfrente mío.

-Toga, no importa lo que pase, incluso si me vuelvo un obstáculo para ti siempre estaré ahí para ayudarte, incluso si tú llegarás a odiarme yo siempre estaré ahí, no importa lo que hagas de aquí en adelante, incluso si te vuelves la peor villana, yo siempre te amare-.

Toga me miraba con los ojos llenos de lágrimas para segundos después abrazarme, supongo que una niña pequeña con problemas familiares y problemas escolares solo necesita amor y quién mejor que su hermano mayor para protegerla, además como dije al inicio una chica linda nunca sobra, aunque eso tendría que esperar almenos unos diez años.

Pasamos un rato en el parque jugando, mi madre llegaría hasta el anochecer así que el mundo era nuestro, al menos por unas horas.

Había empezado a preocuparme, no es como si tuviera miedo de algún villano, pero con el tiempo algunas personas del parque empezaron a mirarnos, talvez notaron la falta de padres o hermanos vigilandonos, realmente no quería llamar la atención así que tome a Toga de la mano y empecé a caminar hacia la ciudad.

Habían pasado unas pocas horas y debo decir que Japón era increíble es decir la tecnología y los héroes eran fantásticos, me sentía como un astronauta en el océano, lo único malo es que dos niños muy pequeños con grandes ojeras y con cara de estar perdidos no era bueno con tantos policías o héroes por la ciudad asi que empecé a caminar junto a grandes grupos tratando de aparentar ser familiares, mi plan funcionó hasta que Toga tuvo hambre, decidí que sería una buena oportunidad para probar mis habilidades.

Activando mi visión de rayos x empecé a buscar billeteras en la multitud, aún tenía mi diamante pero para ser sinceros quien le compraría un diamante a un niño de cuatro años sin padres, ni siquiera un villano lo haría y no tenía ganas de romperle la cara a alguien y ponerme en la mira de todos, después de un rato noté a un hombre con una billetera particularmente llena de monedas decidí darle una mano y llevarla por el, supongo que podía considerarse como donarle a niños hambrientos.

Tomando a Toga de la mano la lleve a un McDonald's, si McDonald's y sorprendentemente había Coca-cola en casi todas partes, algo curioso es que Pepsi no parecía existir, realmente me alegraba por eso, talvez podía convertirme en Pepsi-man, no mejor no.

El chico que atendía el mostrador nos vio con sorpresa, rápidamente empecé a fingir hablando de nuestro supuesto padre que nos esperaba a fuera y sobre como teníamos que apresurarnos, sonreí cuando dije que ya era lo suficientemente grande como para pedir la comida, el empleado solo se rió y nos trató bastante bien.

Con unas hamburguesas con papas refrescos y helados regresamos a la casa donde ví que la comida que se supone debíamos comer estaba en topers, si talvez después la podamos cenar.

Toga quería ver una película así que subimos a su cuarto donde ella empezó a cambiarse de ropa para ponerse una pijama roja, juro que me di la vuelta cuando empezó a hacerlo.

Después de pasar el rato viendo películas toga empezó a experimentar mareos intensos, unos segundos después note como sus pequeños colmillos habían crecido, al parecer su quirk había llegado.