Capítulo 2.

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Hoy me he levantado temprano, para poder ir decente a clase, ya que es viernes, y los viernes me gusta ir mona. Ya la gente tiene bastante sufrimiento con verme como voy el resto de la semana cuando se me hace tarde (como una loca).

Me despierto y lo primero que hago es coger el móvil y mirar los whatsapps, para no perder la costumbre. Solo tenía uno de mi madre, creo que no se ha enterado de que llegue tarde a clase ayer, porque no me ha dichi nada, a no ser que se lo tenga calladito para que cuando vaya a casa me eche la bronca... Pero no me dice nada, le doy los buenos días como siempre y me da suerte para ir a clase.

Cuando me doy cuenta veo la cama de Steisy vacía, y además hecha, intacta, que raro... Vuelvo a entrar a Whatsapp a ver si habia recibido algo de ella, pero no, miro las llamadas, tampoco y en los mensajes tampoco. ¡Ya se!, si voy a la puerta y la llave no esta debajo de la alfombra es que ha dormido aquí pero por cualquier razón se habrá ido temprano. Me pongo las zapatillas de levantar, abro la puerta y lo primero que se me pasa por la cabeza es: Madre mía que frío, me agacho levanto la alfombra y para mi disgusto la llave sigue allí, no solo por el hecho de saber dónde está Steisy, si no porque como alguien anoche me estuviera mirando poner la llave de la habitación debajo de la alfombra, podría haberla cogido y haber entrado.

Pues no se que hacer la verdad, voy de nuevo a Whatsapp y voy a mirar la última conexión de Steisy:
Últ. conexión 20.37

Le escribo, Stei donde estás? Estoy preocupada, llámame. Más que su amiga parezco su madre, pero eso ella lo tiene más que asumido, mientras espero a que me llame, me voy a preparar porque al final se me va a hacer tarde.

Me pongo unas medias negras, un pantalon de esos cortos sueltos vaqueros, una camisa blanca y una rebeca largona negra, me pongo mis all star rojas. Luego voy al baño y decido alisar mi pelo, alomejor hoy deslumbro y todo. Cuando termino de plancharme el pelo, me lavo los dientes y empiezo con la cara, un poco de base, antiojeras, rimel y cacao para que no se me agrieten los labios. Pues ya esta he acabado y que hora es?, voy a mirsr en el movil 7.53, aprovecho para mirar si mi queridísima amiga me ha contestado, pero no obtengo contestación. Pues ya que todavía me queda mas de media hora pars irme, me voy a pintar las uñas de rosa palo (sí, me encanta el rosa), acabo, y después de retocarmelas y quitarme con acetona lo de fuera, miro el reloj, 8.20, Stei tampoco me ha contestado, voy a llamarla, pero me da apagado o fuera de cobertura. Pues nada me voy a clase, espero verla a la vuelta o me dará un paro cardíaco.

Llego a la taquilla y todavía no ha tocado, creo que me he despertado tan temprano, para llegar antes de que toque a las 8.30, para poder venir a la taquilla y ver otra de las cartas de mi admirador secreto.

Voy decidida para abrirla, cojo la llave que siempre la llevo de pulsera y abro el candado, lo quito y lo guardo en el bolsillo, abro la puerts de la taquilla, esperando algo que me ilusione, como un niño el día de reyes. Pero estas ilusiones no duran apenas ni 10 segundos, ya sabia yo que era una bromita de los graciosos del instituto. No tengo ninguna carta, ni admirador secreto ni nada. ¡Ala, que le zursan a todo!, entro a clase de lengua cabreada por lo que acaba de pasar, es que bufff que rabia, me habia creído que era alguien al que le gustaba pero ya veo que no.

Voy a intentar llevar las próximas seis horas más o menos bien, aunque creo que será imposible después de haber empezado tan mal el día. Si yo llego a saber ésto capaz que me dejo dormir adrede y vengo a clase más tarde, descansadita y dispuesta a aguantar éste tipo de gilipolleces que hace la gente.

Bueno en fin, a ver como avanza el día.

Por fin, termina esta última hora mortal de historia, tengo el cuerpo como si me hubiesen pegado una paliza, salgo dispuesta con mi mochila sin mirar atrás, enciendo mi movil que lo suelo tener apagado en clase, a no ser que haya algo familiar o muy importante, pero cuando casi estoy llegando a la habitación me percato de que se me quedo el libro de lengua, y tengo que ir a buscarlo a la taquilla porque tengo un examen cerca y tengo que empezar a prepararmelo. Pues nada harta y con ganas de que este ascazo de día acabe, me doy la vuelta y otra vez, por segunda vez en el día vuelvo al instituto, la verdad como siga así voy a sacar unas piernas que voy a parecer una chica fitness. Cuando estoy en frente de la taquilla oigo gritos y me suena a esa voz chillona tan peculiar... ¡Steisy!, voy corriendo y cuando llego está en el despacho del director, junto a dos personas más que son... !Oh dios mío, son sus padres!, algo malo acaba de suceder porque si están aquí será por algo, aunque el director nos tiene manía a Stei y a mí, no se por qué la verdad.

Me escondo detrás de la columna y veo como entran a su despacho, supongo que ya me contará cuándo acabe ésto y vuelva a la habitación.

Camino de nuevo hacia mi taquilla, desganada y un poco preocupada por mi amiga la verdad.

"Lo que Rose no sabe es que a partir de éste momento su vida cambiará para siempre."

Abro la taquilla, con tan pocas ganas que casi no atino para quitarle la llave al candado, cuando por fin consigo meter la llave y sacar el candado, me quedo en estado de shock, no sé porque razón a vuelto a aparecer otra carta de éstas raras, yo sinceramente ya lo había dado por perdido, ya pense que se estaban riendo de mí, pues con todas las ansias que se pueden tener cuando encuentras una carta secreta en tu taquilla por segunda vez, cojo el libro de lengua, meto la carta dentro y salgo pitando hacia la habitación lo más rápido que puedo, sin correr, porque me da vergüenza, que si no correría porque esta intriga me está matando.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora