Capítulo 5.

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Entra Stei por la puerta, nada más entrar pregunta que qué me pasa, cómo me nota las cosas esta chica, me conoce demasiado. La verdad es que estoy preocupada porque no se como contarle lo de Charlie, ni de como irá a reaccionar. No creo que se lo tome bien, porque ya sabe como es Allison,  bueno... Lo sabemos todo.

-Stei tengo que contarte algo muy importante, siéntate.- No le doy ni tiempo a sentarse.

-Me estas preocupando Ro..-pero antes de acabe le corto.

- A ver como te cuento yo esto... Te hago un resumen. Que
sepas que no te lo he contado porque era un secreto y me daba miedo decirtelo.

-No estarás embarazada no?- Me dijo media pálida.

-No tranquila, por dios. A ver... El día de San Valentín, recibí una carta de amor, pensé que había sido una broma de los chicos del instituto, pero no, resultó ser Charlie el ex de Alisson. Digo ex, porque no le contesté a la carta y habrá pensado que no quería nada con él porque estaba con Alisson, aunque es así. Lo que pasa es que el otro día lo dejaron y creo que es por mí, porque le dijo a la estúpida aquella que quería a otra. Pero si Alisson se entera creo que me matará. Por cierto, quedé con Charlie para solucionar las cosas...

- Sólo te voy a decir una cosa...-Me dijo.

-Sé que no debería haber quedado con él.- Cállate me dijo.

- Si ese chico a hecho realmente eso por ti, deberías plantearte conocerle. Cualquiera no hace eso con Alisson. Ve y coméntale las cosas, para ver que es lo que ha sucedido, alomejor esa chica no eres tú, o no es él el de las cartas. Por otra parte me da miedo por un motivo, si hizo eso con Alisson, puede hacerlo contigo.

-Muchas gracias Stei, voy a ir a dar con él.

Con el tiempo que me quedaba, fui al baño y me arreglé un poco, vaya cara que tengo, parezco un zombie con tanta ojera.

Me eché un poco de antiojeras, no me voy a maquillar demasiado, por una parte porque no me gusta, y por otra porque no quiero que piense que siempre voy pintada como una puerta.

Metí las cosas en el bolso, y salí pitando porque si no llegaría tarde.

Cuando llegué ya estaba allí, y estaba claro que más guapo no podía ser, a lo lejos vi que llevaba algo en las manos, cuando me fui acercando me di cuenta de lo que era.

Madre mía era un ramo de rosas rojas precioso, aquí iba a haber movida lo veo venir.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora