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— ¿Te parece bien si me ocupo de la parte volumétrica mientras tú realizas la toma de pH de los diferentes reactivos?

Lo mire fijamente para luego asentir con una falsa sonrisa.

— Bien... Iré por el material que falta.

Cuando se aleje comencé hacer mi parte, lo menos que quería era tardarme más de lo necesario con la práctica.

Tomaba cada uno de los pH de los reactivos que ya había en la mesa y los anote en mis hojas de la práctica, cortesía del profesor.

Cuando él regreso y comenzó a colocar los materiales pude notar que una venda rodeaba su muñeca.

— ¿Estás bien? –pregunté, no porque me importará realmente pero si quería hacer justicia tenía que fingir que me importaba.

— Si, solo que me lastime al estar practicando con el saco de boxeo.

Le asentí y él me sonrió, era un idiota, ¿Como podía sonreír como si nada hubiera pasado?

— ¿Cuáles son los reactivos que ya tienes? –pregunto y le señale los de la derecha donde rápido comenzó a realizar las medidas que se pedían.

— ¡Chicos!

Llamo el profesor ya casi para terminar, solo nos faltaba pasarnos los datos para estar parejos en ello y concluir.

Dejamos lo que estábamos haciendo y miramos a las personas que estaban acompañando al director.

— Buenos días chicos... Primero que nada les quiero presentar a dos nuevos miembros de la escuela, la Dra. Samira Hewitt y la Psicóloga Dayanna Hernández, ambas estarán en las dos oficinas que están en el pasillo principal por si gustan hacer consultas o necesitan hablar con alguien, no queremos que suceda de nuevo lo que pasó con el joven McCall.

Mire de reojo al idiota y este parecía tan aburrido, era obvio que no le interesaba.

— Recuerden chicos, no están solos.

Quería reír por ello, ¿En verdad tenía que suceder lo de Scott para que ahora les importemos?

Luego de más palabras de parte de las nuevas por fin la clase finalizo pero aún así tenía otro proyecto y tenía que volver a ver a ese idiota de cercas.

— Pásame tu número, te mandaré la ubicación de mi casa.

Le asentí y se lo dije para luego irme a mi siguiente clase.

Las horas se pasaron rápido y las clases concluyeron.

Me encamine a tomar el autobús que partiría en unos minutos pero la mirada sobre mí me hizo sentir incómodo, no quería darle importancia pero me gano la curiosidad.

Él estaba en su auto viéndome sin disimulo, ni siquiera desviaba la mirada.

Luego ví como una de sus amigas llegaba y lo besaba, él no le correspondió pero tampoco la apartó, seguía viéndome, daba miedo.

— ¿Oye todo bien?

Di un salto al escuchar la voz de Tara.

— Perdón –se disculpó sonriente.

— No importa, ¿Necesitas algo?

Ella nego y miro a dónde yo estaba viendo antes haciendo que regresará la vista a dónde él que ahora estaba arriba de su auto, la puerta se mantenía abierta y la chica que lo beso estaba sobre él aunque parecía escribirle algo en el cuaderno de él.

— Por cierto, casi se me olvida... Theodore me encargo que te dijera que eso terminará mal... ¿Sabes a qué se refiere?

Negué y me encamine rápido al autobús al escucharlo rundar, me despedí de Tara con un ademán de mano.

10 Pasos Para Tenerte A Mis Píes || SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora