Sentada observando a través de mi ventana,
el fin de un día de mayo.
El sol va dando paso a la solitaria luna
para que la oscuridad se apodere de todo por unas horas,
hasta que el sol descansara y vuelva a tomar lugar.
Observó el hermoso contraste de colores que va dejando el cielo.
Inspecciono con cautela,
cada franja de color del naranja al negro,
queriendo así saltar de la ventana,
alcanzar el cielo y sumergirme en ella.
Giro levemente la cabeza,
veo como una nube aún visible deja ver a la tímida estrella,
sacándola de su escondite,
toda brillante y parpadeante,
hay más estrellas, unas más brillantes que otras,
pero está es la que más me pareció hermosa.
El universo y sus misterios, experto en dejarte un sabor amargo, pero con gran deseo de conocimiento.
Tranquilamente veo como los pájaros dan el último vuelo del día,
con el único sentido de llegar a sus nidos para poder descansar,
mientras que otras aves dan su dulce piar
a la egoísta oída del humano.
Una terrible nostalgia y melancolía siento
al oler el refrescante aroma de los naranjos,
mientras los observo con claridad
antes de que les invada la oscuridad,
quedando con tan solo
el paisaje único del campanario iluminado
y la carretera con sus farolas.
Añorando aquellos días de viaje en coche,
día tras día,
viendo amaneceres
con un café de alguna gasolinera en la mano,
y atardeceres escuchando la radio.
Un frío pacífico que se cuela en tu piel
cómo hielo virgen.
Sacándome de trance,
me llaman desde abajo,
que tristeza
tener que volver a la realidad,
con el único consuelo de
perderme en el hermoso crepúsculo.
Con los únicos acompañantes:
La soledad, mis pensamientos y yo.
Mi ventana unos barrotes
Y yo prisionera,
Con el único crimen
De soñar,
Aun siendo mi única libertad.
ESTÁS LEYENDO
PARA: TI DE: MI ASUNTO: MI CORAZÓN EN MIL PEDAZOS
De TodoSientes que todo cambia, todo se desmorona... Esto es un libro que muestra cada sentimiento.
