Me desperté desorientada, con la cabeza martilleándome. Unos rayos de luz se colaban por las cortinas, permitiendome ver tenuemente la habitación.
El hombre con el cual pasé ayer la noche se encontraba tumbado a mi lado, sobre su pecho, dejándome apreciar su espalda musculosa y su culo parcialmente cubierto por una sábana de color negro. Sus brazos abrazaban la almohada y su cara estaba totalmente relajada, con la boca entreabierta. Aproveché para fijarme en cada detalle de su rostro, en sus pómulos, en su barba incipiente, su mandíbula marcada y sus pestañas largas.
Era tremendamente atractivo y sonreí al pensar en la noche que habíamos pasado. No recuerdo haber tenido tantos orgasmos en una sola noche. Tras acostarse conmigo en el escritorio, continuamos en la pared, en el suelo, en el sofá y en la cama. Me escocía la entrepierna de tanta actividad y tenía los pezones irritados.
Aparté las sábanas que cubrían mi cuerpo y me levanté completamente desnuda. Busqué por la habitación algo que ponerme encima y localizé una camiseta negra. Cubrí mi cuerpo con ella y salí de la habitación con cuidado de no hacer ruido.
Entrecerré los ojos por la claridad que llegaba desde la ventana y recorrí la sala en busca de mi teléfono. El escritorio estaba hecho un desastre, con papeles arrugados encima de la mesa y otros tirados por el suelo.Localicé el teléfono en el sofá de cuero negro que estaba al lado del escritorio, junto a mi vestido y mis sandalias. Revisé los mensajes y solté una maldición al ver las llamadas perdidas. Le devolví la llamada a Colton para disculparme y quedó en venir a buscarme a la discoteca. Me aseguré de que no me dejaba nada y me acerqué con cuidado a la puerta. Estaba a punto de abrirla cuando me interrumpieron.
- No creo que haya estado tan mal como para que te vayas a escondidas
Me giré despacio hacia él. Estaba apoyado en el marco de la puerta de la habitación, completamente desnudo.
- No me voy a escondidas, simplemente me marcho- sofocada al verle otra vez.
- Y yo que tenía la esperanza de continuar lo de ayer...
Apreté las piernas ante la posibilidad de volver a sentirlo en mi interior.
- Lo siento, tengo un vuelo que coger.- murmuré.
- ¿Te marchas de la ciudad?
Asentí mientras caminaba hacia mi.
- Es una pena- comentó mientras acercaba su boca a la mía.
Incliné la cabeza hacia atrás cuando me cogió del pelo.
- No puedo creer que te vayas y no haya probado como sabes- susurró rozando mis labios.
Estábamos a punto de juntar nuestras bocas cuando sentí mi teléfono vibrar.
Me aparté de él sonrojada y verifiqué que Colton ya había llegado a la entrada.- Bueno...ha sido un placer- dije mientras alcanzaba la puerta.
- ¿No me vas a decir tu nombre, por lo menos?
- Así es más interesante- contesté mientras negaba con la cabeza.
Cerré la puerta del despacho con una sonrisa en la cara, la cual fue desapareciendo a medida que me acercaba a la salida. Cuando crucé la puerta, divisé el coche de Colton y corrí hacia la puerta del copiloto.
- Buenos días - dije cuando entré.
- Joder Sienna, llevo toda la noche preocupado- me dijo Colton juntando las cejas
- Perdona, estaba ocupada teniendo la mejor noche de sexo de mi vida - dije sintiéndome un poco culpable e intentando quitarle hierro al asunto.
Negó con la cabeza sin seguirme el juego y arrancó el coche. Tardamos media hora en llegar a casa, en la cual nos mantuvimos en un silencio incómodo. Casi no le di tiempo a parar el coche y yo ya estaba saliendo de camino a mi habitación.Las siguientes dos horas me las pasé arreglándome y acabando de hacer todas las maletas. Me quedaría en casa de los padres de Naomi unos días antes de marcharme a Seattle, donde se encontraba mi nuevo hogar, si es que algún día lo sentiría como tal.
Naomi se pasó por la habitación para decirme que el taxi ya estaba en la puerta y cogí las maletas rápidamente.
Prácticamente corría por el pasillo cuando la puerta de la habitación de Colton se abrió.
Salió del cuarto un Colton recién duchado y todo despeinado.- ¿ Te marchas ya ?- preguntó mirando a todos lados menos a mi.
Me invadió la ternura. Iba a echarle muchísimo de menos.
- Sabes que nos volveremos a ver, no te librarás de mi - le consolé mientras me acercaba para darle un abrazo.
Aspoyé la mejilla en su pecho mientras sentía como inhalaba mi cabello. Suspiró.- Sienna, y-yo... - comenzó.
Fué interrumpido por los gritos de Naomi desde la puerta de la entrada apremiándome para que acabara pronto.
Me aparte de él para mirarle a los ojos.- ¿Qué estabas diciendo?- le animé
- Nada, es igual. Ve, corre, que si no se va a volver loca.
Le miré poco convencida pero le restó importancia con un gesto de la mano y dándome un beso en la cabeza.
- Ya nos veremos, Siennita- contestó mientras volvía a entrar en su habitación y cerraba la puerta.
Me quede un rato mirando la puerta, extrañada por su comportamiento, hasta que volví a escuchar a Naomi. Recogí las maletas y cuando llegue a la puerta de la entrada, eché un último vistazo a la que fue mi casa desde que tengo memoria y cerré la puerta aceptando que comenzaba una nueva etapa en mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Howl
RomanceSienna acaba de terminar su formación y es destinada como sanadora a la base central de la manada. La semana antes de su incorporación, decide ir a celebrarlo con sus compañeros. Allí conoce al hombre más apuesto que ha visto en su vida y decide pa...