Seco, Árido y Torcido

Dejaron Marcas

Dejaron marcas, marcas que debemos traspasar con el tiempo como si fuesen niveles.
Marcas que definen a dónde vas y de dónde eres.
Marcas que fueron dejadas como escalones para que día a día las fueses subiendo.
Marcas que definen nuestras estaturas, que si eres promedio o tal vez muy alto o quizás eres pequeño.
Siempre dejan marcas para definir lo indefinible.

Dejaron piezas en el camino, para que la uses, para que hagas con ellas el arte que ellos proponen.
Piezas que serán usadas para nuestra casa, algunos tienen pocas y a otros le dejaron tantas que no tienen espacio para tantas mansiones en su terreno.
Piezas que debes aprender a usar aunque te duela, que si bien sirven para forjar caminos, ahorita solo para tropiezo.
Siempre dejan piezas, pocas e inservibles, porque no regalan lo bueno.

Dejaron letras, dejaron letras en cada alma, letras de enseñanza, letras que te hacen caminar como ahora lo haces.
Letras que causaron felicidad y ahora nostalgia, esas que quisieras tener acaparadas.
Letras que vinieron con rudeza, que te hicieron entender el poder que cargan como si fuesen balas, a puñetazos y en la espalda.
Siempre dejan letras, mal empleadas, porque para hablar no se han creado instrucciones.

Dejaron marcas, letras y piezas en tu vida para indicar ese camino que fue hecho para que sigas,
dejaron bajo tus pasos las huellas marcadas de tu destino, pero en vez de subir decidiste que era bueno bajar,
que no eran los escalones que te llevarían a la meta, que esas huellos no te pertenecían y que eras la creadora de tu propia vida.
Siempre dejan un futuro para alguien ajeno, pero no todos pensamos igual, las huellas que unos dejaron sin terminar no es nuestro deber completar.

25 de mayo 2021