SECRETS Ω KookMin PAUSADA

Invitación

Después de aquella salida a la feria, los chicos no habían tenido mucho tiempo para hablar, pues el baile de invierno ya estaba cerca y generalmente todos los clubes de la universidad preparaban una exposición, por lo que la mayor parte del tiempo estaban ocupados, algunos incluso hasta altas horas de la noche.

Desde el club de pintura hasta el club de boxeo entrenaban arduamente y preparaban el escenario para sus presentaciones. Algunos decorando cada aula, otros decorado parte del patio, pero lo que era seguro era que todos contribuían a ello.

—Jimin, ¿Podrías ir al salón de música y pedirle al señor Kwan que venga?— pidió su profesor recibiendo una afirmación de su parte.

—Si claro, enseguida.

Felizmente el Omega dejó lo que estaba haciendo y salió gustoso en dirección al salón de música, tal vez podría ver a YoonGi y molestarlo un poco; sin embargo cuando estaba caminando en dicha dirección, sus pasos se detuvieron abruptamente y la sonrisa en su rostro se desvaneció.

¿Qué estaba pasando?

Inevitablemente sus mejillas se sonrojaron y su cuerpo comenzó a temblar antes de que cayera de rodillas contra el suelo apretando su abdomen ¿Por qué dolía? ¿Por qué sentía algo ahí atrás?

—¿Q-Qué está...?

—¿Estás bien?— una fina voz lo hizo salir de sus pensamientos e inmediatamente levantó la cabeza y con ojos llorosos observó al joven que lo miraba preocupado.

—A-Ayúdame— casi suplicó al no entender nada de lo que estaba pasando.

—Tranquilo— le sonrió y Jimin finalmente se percató de que ese muchacho era el chico que le gustaba a YoonGi. Estaba seguro de eso así como también estaba seguro de que era un Omega con aroma de Alfa, igual a él.

—¿Q-Qué me pasa?

—Es normal. Ven, te ayudo.

Con sutileza le extendió la mano y lo ayudó a ponerse en pie para después casi cargarlo hasta el baño. Una vez ahí, el Omega de cabello castaño sacó de su mochila un pequeño paquete, uno que Jimin no pudo ver hasta que lo extendió hacia él.

—¿Qué es esto?

El Omega lo quedó mirando un poco sorprendido.

—¿De verdad no lo sabes?— Jimin negó— ¿Alguna vez escuchaste hablar de las toallas femeninas que usan las Omegas?

—Creo que si.

—Imagina que estas esponjitas son lo mismo pero para los Omegas masculinos.

—¿A qué te refieres?

—Bueno, es por así decirlo, para el ciclo menstrual como el que tendrían los humanos, solo que el de los cambia formas es diferente en algunos aspectos. Por ejemplo, el nuestro dura entre doce y veinticuatro horas únicamente. Las Omegas lo hacen como cualquier otra mujer, pero los Omegas... Bueno sabes por dónde ocurre ¿No?

Y Jimin no nesesito oírlo, lo había sentido en su parte trasera.

—Si.

—También puedes conseguir píldoras para el dolor, a veces puede ser muy insoportable, así que debes evitarlo.

—¿Y por qué yo no sabía nada de esto?

—Bueno, no es algo que te informen en las clases. Es una manera de proteger a los Omegas porque si un Alfa supiera todo sobre nosotros, podría incluso identificarnos más rápido, especialmente en la juventud, así que por protección estos conocimientos se pasan entre Omegas de generaciones pasadas hacia las generaciones nuevas... ¿Tu mamá nunca te habló de esto?