SECRETS Ω KookMin PAUSADA

Alfa

Después de aquella confesión, Jimin no se movió de aquel lugar siendo abrazado por Jungkook un largo rato. Podía sentir los dedos del Alfa trazar figuras con su dedo sobre su espalda y aquello le relajaba bastante. Se sentía bien, se sentía amado.

—Jimin.

—Hmm.

—Debes llamar a tus amigos y a tu familia. Llevamos aquí cinco días encerrados y no pude avisarles nada.

—No quiero— abrió los ojos—. Espera... ¡¿Cinco días?!

—Si.

Ahora entendía porque le dolía tanto el cuerpo. A decir verdad él no recordaba todo, solo fragmentos de lo que había pasado, pero creyó que habían sido máximo dos días.

—Ay, rayos.

Con algo de dificultad se logró bajar del regazo de Jungkook y también de la cama. Después gateo hasta poder llegar a su ropa donde dentro de la bolsa de su pantalón encontró su celular, aunque no tenía batería.

—Maldita sea.

—Toma.

Volteó a ver al Alfa y este le lanzó un cargador que inmediatamente conectó a la corriente, y a penas el celular encendió, comenzaron a llegar cientos de mensajes de Taehyung y YoonGi, también de su padre, de Jisoo, Alison y Seth. Todos preguntando en dónde estaba y si estaba bien.

—Voy a llamar a Tae.

El Alfa que estaba sobre la cama frunció los labios y soltó un suspiro, pero no podía estarse poniendo celoso cada vez que Jimin estuviera cerca de Taehyung porque era su mejor amigo y el peli gris lo había dejado muy claro.

—¡Jimin!— ni bien atendieron la llamada, la voz de su mejor amigo por poco le rompe el tímpano.

—T-Tae— dijo con una vocecita nerviosa.

—¡Pásame a ese cabrón que lo mato!

—Tae, escúchame.

—¡¿Lo hicieron verdad?! ¡No me mientas Park Jimin!

—Tae... Es vergonzoso que preguntes algo así idiota. Ya sabes cuál es la respuesta.

Silencio, y después un grito— ¡A los dos los mato!

—Tae, cállate— rodó los ojos y sobó su cabeza— Ya estoy lo suficientemente nervioso como para que tú me pongas un más.

—Pues lo siento Park, pero has estado perdido cinco días sin avisar nada.

—Pues no recuerdo nada— confesó— Se me fue la noción del tiempo y no pude controlar mis acciones ¿Bien? De hecho Jungkook no tiene la culpa de nada... El solo me ayudó.

—¡¿Te ayudó?! ¡Claro, te mete el pene hasta el fondo y luego fingirá que no pasó nada porque él solo te ayudó!

—¡Kim Taehyung! ¡Cierra la maldita boca!

De pronto se escuchó un sonido raro, varios quejidos y finalmente la voz de YoonGi al otro lado del teléfono.

—Jimin.

—Yoon.

—¿Estás bien?

—Si, lo estoy.

—Jeon... Bueno... Él no te obligó a nada ¿Verdad?

—No YoonGi. De hecho se podría decir que yo fui quien se lo pidió— murmuró con las mejillas sonrojadas rogándole al cielo y a todos los santos que esa conversación tan vergonzosa se acabara pronto y que el Alfa a sus espaldas no escuchara nada, pero por la sonrisa que tenía Jungkook en el rostro, supuso que aquello último había sido imposible.