SECRETS Ω KookMin PAUSADA

Soy Omega

En su cabeza escuchó el aullido de un lobo, después de eso, sintió dolor, sintió mucho calor, y pronto sus ojos veían todo de color rojo, los olores se hicieron más intensos, se sentía tan enojado, su percepción cambió completamente, y repentinamente todo se volvió oscuro; para cuando despertó, Jungkook se dio cuenta de que estaba en el departamento que había estado compartiendo con Jimin.

Se encontraba recostado en la cama, y a su al rededor, varios pares de ojos lo observaban curiosos.

—¿Qué fue lo que...?

—¡Jungkook!— ni bien despertó, unos brazos lo rodearon con fuerza, y al reconocer aquel aroma, supo que se trataba de Jimin, por lo que correspondió, abrazándolo igualmente.

—Finalmente abres los ojos— habló Taehyung captando su atención—Has estado durmiendo por dos días.

—¿Enserio?— con algo de dificultad logró sentarse en la cama, pues Jimin estaba aferrado a él y parecía no tener intenciones de soltarlo.

—¿Qué fue lo que te pasó, Jungkook? De pronto te convertiste en un perro enorme.

—Un lobo, no un perro— gruñó Jiwon, defendiendo a su mejor amigo.

—Lo que sea.

Y ante esas palabras, Jungkook abrió los ojos de sobremanera. «Así que no fue un sueño» pensó. En ese momento no supo qué era lo que estaba pasando, pero ahora que Taehyung tocaba el tema, entendió que las leyendas eran reales, y que él se había transformado en un lobo. 

—¿Cómo fue que lograste hacerlo?— preguntó esta vez Seokjin. Si bien había demasiadas leyendas al respecto, la gran mayoría de cambia formas de esa época no habían visto la transformación, por lo que era algo totalmente nuevo y la curiosidad era lógica. 

—No lo sé. Fue todo tan extraño, de pronto me comencé a sentir furioso, una furia inexplicable... Después fue como si hubiera perdido la consciencia... No recuerdo nada de lo que pasó.

—Hmm... ¿Recuerdas por qué te enfureciste?

—Porque lastimaron a Jimin.

—Al parecer fue tu instinto de protección lo que provocó el cambio, aunque claro que solo es una suposición, pero tu conexión con él debe de ser muy fuerte, y eso que aún no lo has marcado.

De pronto, Jungkook comenzó a olfatear y percibió un aroma extraño. Era débil, pero al mismo tiempo era agradable, como un suave aroma a chocolate, y fue entonces que abrió sus ojos de par en par al entender de dónde provenía, y justo en ese instante, alguien tocó la puerta.

—¿Esperabas a alguien más?

El Alfa negó con la cabeza, sin embargo, ya había percibido antes el aroma de esa persona, solo en una ocasión, extremadamente débil y confuso, pero ahora sabía que no estaba equivocado.

—No la esperaba... Pero sé quién es.

—¿Entonces abro?— preguntó Hoseok caminando en dirección a la puerta.

—¡Espera!— lo detuvo Jungkook cuando estaba por quitar el seguro— Antes de que abras la puerta... Jimin— lo miró y lo tomó de las manos— Es tu madre.

—¿Qué? ¿Cómo lo sabes? No huele como mi madre.

—Créeme, es ella.

El Omega se alejó un poco y sintió como sus manos comenzaron a sudar en demasía. ¿Cómo lo había encontrado? No se sentía listo ni capaz de hablar con ella, pero tampoco podía evitarlo para siempre, además no estaba seguro de los métodos que usaría su madre para entrar, no quería causar problemas, así que miró a Hoseok y asintió, dándole a entender que podía abrir la puerta.