voy a conquistarte pa que recuerdes mis besos sabor a café

Capitulo 1

Omnisciente.

Camila se despertaba al escuchar que alguien estaba en su baño, no le sorprendió que fuera su novia, pues desde que se conocen Juliana siempre ha sido un poco más activa que Camila. Cosa que la pelirroja trata de mejorar pero no puede. Aún así su novia la ama desde hace siete años.

Para las dos pareciera como si apenas aquel 15 de abril del año en que se conocieron fuera sido ayer y también como aquel 15 de abril del año siguiente Juli le fuera pedido noviazgo.

Flash back.

Camila estaba llegando a el colegio la montaña el cual iba a hacer su nuevo colegio.

Estaba emocionada pero a la vez nerviosa pues no era muy buena socializando pero emocionada al conocer nuevas personas.

Camila llegó a el salón y se sentó en los lugares de atrás ya que probablemente su cabellera roja iba a llamar mucho la atención cosa que ella no le agradaba tanto que digamos. Quiso pasar desapercibida pero una chica morena noto su presencia.

— Hola —. Se presentó la morena.

—Hola —. Respondió tímidamente.

—Soy Juliana, pero tú me puedes decir Juli o yuls, Yuliana, mocosa y entre otros —. El último hizo reír en lo bajo a Camila —. ¿Tú cómo te llamas?

—Camila, pero tú me puedes decir Cami.

—¿No tienes más apodos? — Pregunto Juliana.

—No, solamente esos.

—Yo te voy a poner uno, ¿Te parece?

—Claro —. Hablo emocionada.

—¿Que te parece sirenita?

—¿Sirenita? — Espetó confusa la pelirroja.

—Si, porque tienes tu cabello rojo como sirenita y porque eres tan linda como una princesa.

—Gracias Juli —. Se sonrojo levemente Cami —. Tú también eres linda.

15 de abril.

—Mocosa, ¿A donde me llevas? — Preguntaba Camila en el auto de Juli por milésima vez.

—Ya te dije sirenita, vamos a ir a comer.

—Pero por lo menos dime el lugar.

—Esta bien, vamos a un restaurante donde hay comida.

La pelirroja rió —. De nuevo con tus chistes malos.

—Y de todas formas te gustan.

—Aveces.

—Entonces vete con otra persona que si haga buenos chistes —. Bromeó Juliana.

—Sabes perfectamente porque no me voy de tu lado.

Y tenía razón, Juliana y Camila se habían confesado su amor el primero de enero en las horas de la madrugada mientras Cami la llamaba para desearle un feliz año y para confesarle todo de una vez por todas.

—Ya llegamos, mocosa —. Dijo Juliana.

Se bajaron del auto y las guiaron a la terraza del restaurante.

Comieron y la pasaron increíble, hubo un momento donde Juli se iba a el baño y esa era la señal del mesero para entregarle el plato donde estaba el postre favorito de Camila y con la pregunta de “¿Quieres ser mi novia?" Pero escrito en vainilla.