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-Artemis
Tomo mis muñecas y las aprisionó con sus manos contra las cobijas dándonos vuelta quedando él arriba, me besaba de una manera tan hermosa y apasionada que solo nos separabamos para tomar una bocanada de aire, empecé a quitar sus armaduras con cuidado mientras besaba mis labios y mis mejillas con amor, delicadeza y pasión. A decir verdad lo sentia algo tenso como si se controlara midiendo todo lo que haría, deslice su armadura hacia arriba y mire su hermoso rostro que denotaba que se reprime.
-No seas gentil conmigo, Loki, vamos por favor, hazlo
-Tengo miedo
-Debes desearme tanto como yo a ti, deja de controlarte, no soy tan fragil – Acaricie su mejilla y le sonreí tímidamente
-Aunque... si no lo deseas no tienes que – Empezó a respirar agitadamente y miro el cinturón de mi vestido bañado en oro, lo desabrocho con gentileza y lo dejó resbalar por sus dedos hasta caer al suelo
Se acercó a mí y posicionó sus labios en mi cuello, me sentía nerviosa pero con cada deslice de sus labios me hacían sentir segura, su tacto delicado, terso y gentil, subió lentamente sus besos hasta el inicio de mi mandíbula y se separó para mirarme y quitar mis aretes con delicadeza dejándolos en la nada con su magia, beso mi barbilla y cerré los ojos para tratar de sentirlo como siempre quise, lleve mis manos a los cortados de mi cabeza, nunca, nadie me había siquiera rosado con el tacto, deslizo mi vestido con lentitud de mis hombros y temblé de vergüenza al recordar que no tenía nada debajo de este, mis senos deben estar expuesto ante él, podía sentir mi cara caliente y pude más que soltar un suspiro, un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir sus labios besar una de mis clavicular, con ambas manos tomo mis senos mientras bajaba lentamente sus besos.
Recorrió sus labios por alrededor de mis senos con caricias casuales que me dedicaba en el cuello, beso por fin mis senos pero al sentir su respiración en mis pezones fue que un escalofrío realmente fuerte me hizo voltear mi rostro tapandolo con mi cabello, empezó a jugar con ellos alterando sus manos frías en ellos y sus labios, delineo mi cintura y mis caderas con sus manos mientras bajaba mi vestido hasta deshacerse de él, estaba nerviosa por cuando bajara pero me sorprendió sentir sengua en mis senos, solté un quejido de sorpresa, una sensación muy rara y placentera que nunca había sentido se apoderaba de mi vientre, se sentía tibio y ansioso, acarició y jugueteó con su mano en mi otro seno, los abandono delicadamente y tomo mi mejilla con cariño y me quito el cabello de la cara, abrí los ojos llena de vergüenza y lo mire.
Sonriendo sutilmente, como si lo hiciera infinitamente feliz y a la vez realmente excitado
-Mirame Artemisa – Lo hice y sentía mi cara realmente caliente, beso fugazmente mis labios y acaricio mi mejilla – No dejes de verme – No pude permitir que solo fuera un beso fugaz, abracé su cuello y lo atraje a mi para besar sus suaves labios pero el se separo como si fuese un castigo o un juego, me sonrió y bajó nuevamente, ni siquiera yo había visto mi cuerpo desnudo, nunca le había puesto atención o lo ignoraba, cerré los ojos y pude escuchar un suspiro de disgusto, pasó sus manos por mi espada a la altura de mi cintura y me atrajo a él
Beso mi pechos y mi abdomen con profundo placer, cerré los ojos con fuerza y apreté mis muslos haciéndome soltar un sonido que no creí que hubiera salido de mi, cosa que pareció gustarle, su lengua se deslizó desde abajo en mi seno hasta el pezón, solté otro suspiro fuerte y sentí sus dientes mordisquear mi pezón, sin dolor pero sin sentido dandome placer. Apreté más mis muslos pero note algo tan extraño, en mi intimidad sentía como si algo resbalara, un líquido resbaladizo. Volvi en mi situación cuando bajó sus besos de manera rápida y desesperada a mi vientre el cual se sentía extrañamente placentero, se detuvo y acaricio mis muslos con algo de fuerza que trataba de suprimir, beso a lo largo de mi vientre y tomó los bordes de mi ropa interior.
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Por amor (Loki y tu)
FanfictionArtemis (tu) es la última descendiente de los dioses griegos, Odin fue ganador de una cruel batalla de siglos de antigüedad y acabó con los dioses griegos o eso pensaba él. Los dioses por decreto de Zeus decidieron dejarse ganar y convertirse en uno...