Say "I Love You" - [Xicheng]

Capítulo tres: Si decides creer

Luego de aquel encuentro en el callejón, Lan Xichen se ofreció a llevar a Jiang Cheng a su casa. El más bajo aún estaba avergonzado por lo sucedido solo hace unos minutos, pero no se negó.

El viaje a casa pasó sin mayores inconvenientes.

Los días siguientes las cosas transcurrieron con normalidad. Jiang Cheng siguió con su rutina de siempre, con la diferencia de que ahora era saludado con un "Buenos días" de su amiga YanLi, ocasionalmente por Liang e insistentemente por Xichen. Las clases eran tan aburridas como siempre, haciendo que el joven perdiera el interés pronto y mirara por la ventana, perdiéndose en los recuerdos más recientes.
Inevitablemente se sonrojó recordando el último beso que le había dado el Lan y cómo se sintió, tan cálido, húmedo y apasionado.

La mañana se le fue reviviendo esa noche.

Una vez que tocaron la campana de salida, Jiang Cheng se dirigió a su casillero, tomando sus zapatos y su chamarra, salió del establecimiento escolar hacia uno de los patios traseros del lugar.

Ya en el patio, cerca de uno de los árboles había una caja de tamaño mediano. Se acercó lentamente hasta ella para no asustar al pequeño gatito que dormitaba en medio de una cama improvisada, sonrió al verlo, una brisa fría alcanzó al joven haciéndolo tiritar. Miró al cielo, las nubes en él comenzaban a levantarse anunciando la lluvia que en cualquier momento comenzaría a caer.
Entonces Jiang Cheng tomó su chamarra y la extendió sobre la caja para cubrir lo mejor posible al indefenso animal que terminó por despertar a causa del movimiento.

Mientras el gatito sacaba su cabeza del escondite, una voz y una chamarra cayeron en los hombros de Jiang Cheng.

Era Lan Xichen.

- ¿Un refugio para la lluvia? -Preguntó con dulzura, asegurándose que el abrigo no se cayera. Jiang Cheng levantó su mirada y siguió todo el recorrido del más alto con sus ojos, sorprendido por el gesto. -Solo a ti te quiere el pequeño. -Dijo, agachándose a la altura de la caja y el chico.

-Si, no sabía que alguien más lo había descubierto. -Respondió el Jiang, sin apartar la vista del minino que maullaba.

-Bueno, yo lo escuché y vine a ver qué era, me topé con dos cosas bonitas. -Lan Xichen sonrió, haciendo que Jiang Cheng se sonrojara un poco.

Ninguno de los dos habló por un tiempo. Xichen observaba al más bajo, mientras este tenía toda su atención puesta en el gato.

Entonces la voz melodiosa de Lan Huan cortó el silencio. -Tu cabello se ve más esponjado y largo de lo normal.

-Debe ser por el clima, de todas formas ya es tiempo de cortarlo. -El chico tocó su cabello, tratando de asentarlo un poco, extendiendo su mano por el largo.

- ¿Puedo ir contigo? -Exclamó eufórico el Lan, como si le hubieran dado la mejor noticia del mundo.

- ¿A dónde quieres ir? -Le gritó Jiang Cheng, haciendo que el gatito se asustara y volviera a su escondite en medio de las mantas.

-Contigo, a cortarte el cabello. -Lan Xichen le sonreía emocionado y un poco divertido por las expresiones en el rostro del contrario.

-Eres una molestia.

Acordaron entonces encontrarse el sábado, para ir a la peluquería.