Cada último sábado del mes los alfas hacían una especie de fiesta nocturna, con cerveza y juegos de mesa. Se efectuaba en la plaza principal donde todos podían asistir siempre y cuando contaran con una adecuada edad para beber y jugar. Esto, con el fin de que ambas manadas, la de los lobos negros y grises convivieran de un buen modo. Además, ayudaba a sobrellevar todo lo que habían pasado con anterioridad. Era como un descanso.
Esa noche la manada de los tigres también fue invitada. Su nuevo beta, Alix, decidió que era una buena manera de establecer relación con una de las manadas más poderosas.
A un lado estaba el bar, con grandes barriles de cerveza que no iban a embriagarlos, pero que servían como entretenimiento. Al centro se encontraba una ruleta europea y mesa de dados y otra de cartas junto a ella. Al fondo tenían el usual juego favorito de la mayoría, Poker, con Luka siendo el que distribuía las cartas a los jugadores. Con él estaban varias fichas que podía cambiar por dinero para seguir participando.
La estrella invicta de ese juego era Ross, en todas las partidas que jugó, desde que entró a la manada, no había perdido ninguna. Nadie podía derrotarlo incluso cuando muchas veces sus cartas eran para perder. En cuanto al arriesgar dinero para ganar no encontraban mejor contrincante que Ross. Para suerte suya los tigres no sabían ello y por lo tanto la mesa estaba llena con siete jugadores incluyendo a Ezra que quería probar suerte.
Luka sonrió, sus ojos de diferente color brillaron ante el reflejo de la luna y los faroles en ellos. Los tigres invitados palidecieron y negaron bajando la cabeza, pues sabían que si se atrevían siquiera a coquetear con la pareja de alfa de la manada, todos sufrirían por ello. Ross siempre aprovechaba la idiotez que sus contrincantes mostraban ante la imagen de su hermano para ganar. Era una de sus armas secretas. La segunda, era “hacer trampa”
Aunque esa noche en especial Luka le había revisado los bolsillos para evitar que lleve cartas ocultas por ahí.
Cuando las cartas estuvieron sobre la mesa el juego comenzó. Ross se mantuvo serio, solo levantando las puntas de las cartas, sin que nadie más pudiera ver. Ante ello carraspeó y tomó cinco fichas de 20, cada una apoyada en un dedo y las empujó hasta el centro de la mesa. El juego había comenzado.
Ezra sentado apoyó la apuesta con la misma cantidad. El segundo a lado del rubio negó y se retiró, mientras los demás igual entraron. La primera ronda de apuesta finalizó con ellos. Ezra y Ross eran como dos rocas, sin expresión alguna y viendo fijamente al contrario.
—Cambio —pidió Ross.
Luka asintió y cambió cartas a quien lo quisiera. Con el nuevo orden y la nueva suerte esparcida, volvió la ronda de apuestas. Ross, una vez más, empezó. Tomó cuatro fichas de cincuenta y las llevó al centro de la mesa. Ezra le siguió, seguro al igual que el felino.
En esa ronda tres tigres se retiraron quedando solo una, la alfa. Los tres mejores de los mejores frente a frente viendo quién es el que ganaría la ronda.
La mujer pelirroja suspiró e incrementó una vez más la apuesta. La subió a quinientos. Ezra y Ross se vieron mutuamente, era una gran cifra. El rubio decidió igualar y Ross al saber que tenía buenos jugadores frente a él sacó dinero de su billetera, aunque en realidad era la de Nick, y le pidió a Luka que le cambie por fichas. Su hermano le sonrió y lo hizo, Luka estaba disfrutando ver que alguien le hacía frente a su mayor.
Luka les dio cartas a cada uno de ellos y los tres se observaron mutuamente, queriendo adivinar lo que el otro pensaba. Mientras que Ezra y Ross estaban guardando sus emociones, la alfa sonreía contenta.
—Me retiro —indicó ella al momento de levantarse y dejar en visto su juego de cartas. Tenía Full House.
—Tienes un juego ganador —Luka la observó sorprendido.
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Chance [Flesh 4] (Gay)
RandomLos errores que cometió fueron más que suficientes para perder amistades y confianza. Una equivocación suya y se había quedado solo. Apartado. Kaspar intentó aferrarse a un amor imposible que terminó en la pérdida del cachorro de su alfa. A partir...