—Llegas tarde.—sonrío con ironía dirigiendome al perchero.
El hace una expresión de cansancio poniendo una pie sobre la alfombra roja de la entrada de mi residencia.
—¿Estabas impaciente?—inquiere divertido.—No te preocupes, traje algo para pasar el rato—levanta su mano mostrando una caja de Dunkin' donuts y unas cervezas.
Lo miré con desconfianza permitiendole pasar al pasillo, de allí esperó a que le guiara hasta la sala y la mesa de comedor.
—Que pesima combinación, Verccetti.—fruncí el ceño.
El soltó una risa ronca.
—Muy linda tu casa, ¿estas alquilandola con alguna compañera?—detalló el piso y las decoraciones del recibidor con admiración.
—En realidad no. Pero me gustaría, así comparto responsabilidades y me vendría bien dinero extra.—comento sin importancia.
—¿No es tu padre uno de los ejecutivos más influyentes de la costa oeste?
Hago una mueca, encarandolo.
No sé como lo sabe, pero me molesta un poco la forma en la que lo dice.
—¿Y?
—¿Por qué necesitarías más dinero del que ya posees?—pregunta curioso, entornando sus grisaceos ojos.
—No tengo tanto dinero.—respondo restandole importancia.
—Creo que no eres muy conforme con las siete sucursales que tu papá administra alrededor del pais.—se cruza de brazos, levantando una ceja.
—¿Me haz estado investigando?—burlé con el mismo tono que el agrega a nuestras conversaciones.
El hace un gesto con las manos, y camina hacia los estantes de fotos y adornos que papá y Beth me enviaron como regalo.
—¿Qué te puedo decir?—se encogió de hombros—Es lo que mejor suelo hacer.
Noto como sus dedos se deslizan por la madera nueva que soporta los portaretratos. Posa sus ojos curiosos en una de las fotos, y le sostiene entre sus manos.
Me doy cuenta que hay cierta intriga en detallar esa imagen. Es una en donde estoy con mi padre a las afueras del jardin y el me sostiene entre sus brazos. Luce mas joven, y yo más delgada y pequeña por lo que fue tomada hace unos cuatro o cinco años. Incluso antes de mudarnos a California.
—¿Ser un entrometido?—inquiero arrebatandole la fotografia enmarcada de las manos.
—¿Cuantos años tenías?—hace un ademán indicando la foto que sostengo en mi pecho.
—¿Importa?—la pongo en el sitio con delicadeza.
—¿Por qué siempre tan a la defensiva, Simons? ¿Hay algo que estas ocultando? Sólo es una imagen.
Meneo la cabeza.—Empecemos la tarea.
—¿Quienes son?—indaga, señalando la imagen de Chace, Riley, mi hermano y Alexx junto a la piscina. Fue tomado antes de acabar las vacaciones hace un año.
Imposible evitar soltar una sonrisa al recordar ese hermoso día.
—Deberías ampliar tu lista de pasatiempos y mejorar ciertas cualidades de las cuales te sientes tan orgulloso.
—¿Consejo mutuo?—pregunta suspicaz, fijando su vista en la imagen en donde está mi hermano junto a Alexx y Riley.
—¿A que te refieres?
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Después del verano
Teen FictionSEGUNDO LIBRO DE LA SERIE #VERANO Maggie y Alexx en la universidad experimentan lo que es el amor, la privacidad y la libertad lejos de casa. Pero una persona se interpondrá a toda costa para que su relacion acabe de una vez por todas. El primer a...