Una nueva aventura. Parte 1: Acuerdos (MavSan)

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El sol se filtraba por la ventana del yate acariciando los rostros de la felicidad. Mavi, sintiendo su calidez, comenzó a despertar sin poderse mover del todo pues Sancar la tenía rodeada con su brazo de una manera casi posesiva (en el buen sentido de la palabra).
Lentamente, Mavi se giró quedando frente al rostro de su amado esposo. Se había vuelto una costumbre... Admirarlo. Era inevitable, le encantaba verlo dormir, ver esa expresión de paz, tranquilidad, era algo que le fascinaba. Tan simple como eso. 

Al tiempo que lo miraba no pudo evitar pensar en todo. Todo lo que pasaron, sus penas, sus alegrías, sus silencios... Todo. 
Lo amaba con todo su ser. Amaba a Sancar de una manera inexplicable y en ocasiones seguía sin poder creer en su presente. Experimentar la felicidad pura te hace temer perderla o pensar si quiera que es real. 

Pero lo es, se dijo. Mavi se sentía plena y feliz; su mirada se desvió a los labios entreabiertos de Sancar y antes de ser consciente de lo que hacía, se acercó a ellos plantando un suave y delicado beso que los labios de Sancar respondieron casi por instinto.

Sin abrir los ojos, Sancar esbozó una enorme sonrisa y con tan solo ese gesto, su día estaba completo.

- Buenos días, mi mujer - dijo Sancar con voz ronca que hizo estremecer a Mavi. 

- Buenos días, amor - respondió con voz melosa. Sus ojos se encontraron con los de él y sintió su corazón sobresaltarse. 

- Eres la visión más hermosa que pueda existir, ¿lo sabías? - preguntó Sancar colocando un suave mechón de cabello detrás de su oreja.

Él podía quedarse así para siempre y sería el más feliz del universo.
Acariciando su rostro y perdiéndose en su hermosa mirada, la atrajo hacia él, dándole un cálido beso en su frente. 
Mavi, con una sonrisa de oreja a oreja, se acercó entrelazando sus piernas y colocando su rostro en la curva de su cuello, aspirando su aroma. Ese aroma que la hacía sentir segura y en paz. 

- Te amo - dijo Mavi soltando un profundo suspiro. Sancar la abrazó aún más fuerte esbozando una enorme sonrisa.

- Te amo, Mavi - correspondió disfrutando el momento. 

Ellos no eran de decirse ''te amo más''. No era su estilo, sabían que ambos se amaban con la misma intensidad. No había necesidad de competencia y era un pequeño detalle en su relación que a ambos les encantaba. 

De repente, un sonido llamó su atención. Mehmet Efe había comenzado a llorar y Mavi se levantó con pesar pues estaba disfrutando su mañana en brazos de Sancar pero su hijo demandaba ser alimentado.

- ¿Quieres que te ayude? - preguntó Sancar a Mavi y ella solo le sonrió. 

- No te preocupes, amor, le daré de comer - respondió tomando al pequeño Efe entre sus brazos.

Sancar contempló embelesado la escena frente a sus ojos. Su pequeño campeón en brazos de su amada esposa... Se sentía el más afortunado.

- Bien, haré de desayunar y despertaré a Melek - comenzó a decir Sancar - ¿se te antoja algo en especial?

- Te dejaré sorprenderme - respondió Mavi guiñándole un ojo. 

Antes de salir de la habitación, Sancar se acercó para besar la frente de su hijo y cuando su mirada se encontró con la de Mavi, sintió el mundo detenerse. Solo ella puede causar ese efecto en él. Dándole un último beso en los labios, Sancar salió encaminándose a la habitación de Melek.

- ¿Hija? - preguntó Sancar tocando la puerta - Melek, ¿estás despierta hija mía? 

Al no recibir respuesta, decidió abrir la puerta y para su sorpresa, la cama estaba hecha. Por un momento se alarmó pero al escuchar el sonido de utensilios en la cocina, sonrió aliviado. 

HEDEF: Oneshots ~ ElMer ~ MavSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora