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Sus manos acariciaban el rostro que tenía enfrente, admirando cada detalle, sus cejas largas y gruesas, unos hermosos ojos enmarcados por unas pestañas largas y rizadas, su nariz larga y fina y esos labios color cereza, brillantes y dulces. Un rostro pacífico.

Eres jodidamente hermoso Jeon Jungkook.

Al contrario del suyo, demacrado, las ojeras bajo sus ojos eran prominentes, no había dormido desde que llegaron a la habitación, tan solo 30 minutos cada dos horas, el sueño lo consumía pero no quería dejar de ver a Jungkook, el presentimiento de que cualquier cosa podría suceder cuando estuviera dormido le aterraba, ahora más que nunca quería cuidarlo, Jungkook despertaría en cualquier momento y bueno, el rostro demacrado de Jimin no sería una buena imagen pero él quería estar ahí cuándo esos ojos color chocolate se abrieran.

Jimin había llorado mares, cuándo la realidad lo azotaba de una manera tan brutal que lo hacía derrumbarse en la cama, sujetando con fuerza el cuerpo cálido de Jungkook, mojando las sábanas al instante en que sus lágrimas salían sin vergüenza, sollozos resonaban en toda la habitación recordandole que estuvo a punto de perder la segunda oportunidad que le dió la vida para permitirle amar y ser amado.

La puerta detrás de él se abrió, dejando a la vista a Hyejin y un cabestrillo sosteniendo su brazo derecho. Él entró, sorprendiendose al ver a Jimin en ese estado.

-Buenos días, no haz dormido, ¿Cierto?-. Hyejin sonrió cuándo las mejillas de Jimin se pusieron de un carmesí brillante. -¿Cuál es su estado?.

-Se encuentra estable, su ritmo cardíaco es lento, su respiración calmada y su temperatura corporal es de 37°.

-¿Y el tuyo?.

-Estable-. Una sonrisa ladina dividió su rostro, sus ojos se empañaron, el nudo en su garganta se apretó.

-Oh, claro que no-. Hyejin tomó otra silla y se sentó a lado de Jimin, tomando ese rostro con su mano, analizando cada rincón de ese rostro débil y cansado. -Las veces que te ví así fueron 4, todos los días después de la muerte de Jackson, hasta que tomaste el toro por los cuernos y dejaste de sentirte tan miserable y vacío, ahora te encuentras igual pero el detalle es que Jungkook sigue vivo-. Lágrimas salieron de ambos rostros, los sentimientos los encerraron en una burbuja. -Debes dejar de lamentarte, mira en frente, ese hombre que alegra tu vida sigue vivo porque lo salvaste, sin más, Jimin, sonríe y disfruta de él, disfruten de la compañía del otro, date la oportunidad para amar, Jackson está en el pasado y en dónde quiera que esté, él es feliz por el hecho de que su pequeño Jimin también lo es.

Hyejin se levantó y regresó la silla a su lugar, le dió una palmada en el hombro a Jimin y llamó a un par de enfermeras.

-Ve a casa, bañate, ponte algo lindo y cómodo y regresa, si puedes descansa un poco, ellas cuidarán de Jungkook, le suministrarán lo necesario, Taemin se encargará de tu puesto hasta que Jungkook se recupere y pueda volver a trabajar, deben tomar un descanso y amarse, ¿De acuerdo?-. Y cómo es costumbre, Hyejin abrazó a Jimin y se fue.

Jimin dudó pero su aroma corporal le decía que moviera el trasero de ahí y se fuera a dar una ducha relajante, haciendo caso a las peticiones de su cuerpo, se levantó de la silla y le dijo a las enfermeras que cantidad debían sumistrar y a qué hora, cada cuándo revisarían sus signos vitales, ellas asintieron y Jimin se inclinó a darle un beso a Jungkook de despedida para después salir de la habitación. El personal lo veía sorprendido, Jimin siempre era visto porque tenía una imágen maravillosa, desde su calzado hasta lo bien definidos que están sus rizos. Pero ahora, su cabello un poco desordenado causó varias miradas curiosas.

∆ • ∆ • ∆ • ∆ •

Básicamente Jimin regresó al cabo de dos horas, difuminó sus ojeras con corrector, su siesta de 30 minutos dentro de la bañera lo hizo sentir fresco, su vestimenta casual, poco le faltó para ir en pijama. Cuándo abrió la puerta de la habitación Jungkook aún no despertaba, suspirando regresó a la silla y volvió a tomar su mano izquierda entre las suyas, trazando círculos en el dorso de esta con su pulgar. Las enfermeras salieron, dejándolos solos.

Hospital Del Amor (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora