EXTRA 2

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Taehyung y Yoongi.

En su vida jamás esperó estar así, amanecer entre los brazos de una persona a quién llegaría amar más que a si mismo.

Removiendose un poco para poder estirar sus brazos su rostro rozó con la piel suave del pecho, escuchando el latir tranquilo de ese corazón que tanto amor derramaba por él.

Taehyung no creía que esto fuese real, tan bueno que parece un sueño, sueño del que no quiere despertar, un sueño tan lindo, en dónde ya tiene una familia junto a...

Levantando su rostro lo vio, tan pacífico, ese cabello negro cayendo cómo cascada en la almohada, las pestañas cortas apenas logrando verse en una fina linea, unos labios delgados y rosados, la piel morena y esas mejillas con un resplandor rojo, una respiración tan tranquila.

Yoongi, ese hermoso hombre que cambió su curso desde el instante en que lo observó cruzar la entrada principal del hospital, ese ser que lo hacía suspirar cómo adolescente con las hormonas al cien, la persona con quién se había casado.

-Cariño- Susurró, acariciando y disfrutando la calidez de la piel - Te amo.

Y eran esos momentos en donde su estómago parecía tener una revolución de mariposas dentro, ver cómo esos ojos se abrían y le daban la libertad de hundirse en el azul tal cuál agua del océano, disfrutar de la mirada soñadora y empañada de su esposo, esa sonrisa floja y el agarre de sus manos en sus cabellos en un ligero apretón para tirar de él hacia arriba y poder besar esos labios sin importar lo pésimo que fuera el aliento mañanero.

El sabor amargo de sus salivas mezclándose, las caricias recorrían todos los planos de ambos cuerpos, prestando atención a los rincones sensibles y degustando de la manera tan suculenta en que el cuerpo delgado de Yoongi se estremecía bajo su tacto, esa manera tan tentadora que tenían sus dedos para hacerlo delirar y suplicar por más.

-Debemos ir a trabajar.- Yoongi habló sobre los labios de Taehyung, aflojando el agarre de sus piernas sobre las caderas de su esposo, dándole la libertad de salir.

-Oh vamos... Hay que quedarnos así todo el día.-  Dijo mientras dejaba caer la mayoría de su peso a manera que Yoongi no se escabullera por debajo.

-Hey, te prometo que en el segundo en que pongamos un pie aquí dentro después del trabajo puedes hacer conmigo lo que quieras.- Su semblante se transformó en uno serio, sujetando entre sus manos el rostro de Taehyung haciendo que lo mirara.

Si Yoongi era sincero a él tampoco le agradaba mucho la idea de ir al hospital y dejar lo cómodo que estaba entre el suave colchón y Taehyung pero salvar vidas era lo primero.

-¿Lo dices en serio?.- Taehyung formó un mohín fingiendo desagrado ante la promesa de Yoongi.

Taehyung era consciente que si decidían no ir al trabajo Hyejin le cortaría las pelotas y él simplemente no quería eso sin antes haber tenido por lo menos 5 hijos y así formar su equipo de hockey.

-Vale, vale, vamos a la ducha.-  Habló resignado, metiendo sus brazos bajo la espalda de Yoongi y cargándolo hasta llegar al cuarto de baño.

¿Qué importaba si no había sexo?, Él se sentía tan satisfecho al tener a este hombre entre sus brazos, limpiandolo con dedicación y cariño, enredando sus dedos entre el cabello al momento de vertir el shampoo.

Amanecer así lo hacía sentirse millonario sin la necesidad de tener grandes cantidades de dinero en sus cuentas bancarias porque él ya era millonario desde que Yoongi aceptó casarse con él, pertenecerse mutuamente el tiempo que sea necesario, amar a la niña que venía en camino gracias a Kylie, ser felices y criarla de la mejor manera.

Esta era su vida, llenarse de amor, de dicha y pasión, Taehyung siempre pensó que nunca encontraría a alguien que lo amara tanto, alguien dispuesto a dejar todo por estar junto a él, esa persona que miraría todos los días al abrir los ojos y al cerrarlos a la hora de dormir, aquel que lo elevaría a las nubes y le enseñaría a bajar con cuidado para no lastimarse.

Y aquí estaba, caminando de la mano junto a él, saludando al personal, besando el dorso de esa mano antes de irse al quirófano y atender a su paciente, más feliz no puede ser, tiene un esposo maravilloso, una linda casa y está apunto de ser padre.

¿Qué más puede pedir?, Con amanecer entre los brazos de su amado es suficiente y saber que ese hombre a quién todos los días le dice que lo ama es igual o más feliz que él.


Y me volví a meter entre tus brazos.







Créditos a su autora original.
dulcewey

Adaptación sin fines de lucro.

Aicko Min 💜

Mi ración de taegi 😼🐯

Hospital Del Amor (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora