CAPÍTULO 08: LA VOLVÍ A PERDER

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SERENA

Subo al taxi mirando con rareza a Seiya pues apenas y me dió tiempo de guardar lo necesario.

¿Quién toma unas vacaciones de esta manera? Tan... Tan intempestivamente.

Mi pequeña me mira con seriedad como si supiera al igual que yo que esto no es normal pues él acaba de llegar de Francia y ¿Piensa irse otra vez dejando su trabajo?
Todo me parece extraño pero quizás sea mi paranoia.

¡Maldición! -pronuncia mi mente a manera de regaño- Seiya tomó mi celular y me olvidé guardar el número de Darién en mi libreta ahora no se cómo se supone que le diré que no lo veré hasta el regreso de este viaje.

Mi mente divaga en eso una y otra vez pero por andar perdida en mis pensamientos no me doy cuenta que llegamos al aeropuerto demasiado rápido.

Seiya abre la puerta dejándome bajar junto a Chibi, lo miro y lo único que hago es caminar sin darle siquiera una mirada.
Él está detrás mío junto a las maletas.
Lo veo raro, preocupado, como si algo lo hiciera... huir.

Seiya se encarga de todo respecto al viaje mientras que Chibi y yo estamos tomando un jugo de arándanos en la cafetería. Al verlo llegar por nosotras me levanto rápidamente sintiendo sus manos frías y temblorosas detrás mío.

- Es hora Serena. -me dice tratando de tomar mi cintura.
- ¿No te parece apresurado hacer esto?
Digo... acabas de llegar de Francia y ¿Piensas volver a irte?
- Ya dejé todo listo -responde con una mirada muy desencajado- Serena no sé si soy yo pero al parecer no quieres irte, ¿Por qué?

Si le digo la verdadera razón del porque pregunto eso sé que es capaz de ir al hospital y hacer un lío tratando de matar a Darién y él pobre está demasiado mal como para que esté nuevamente en peligro.

- Pues... -digo tragando un poco de saliva- solo me parece muy improvisado todo esto. Nada más.
- Serena, ¿Puedo preguntarte algo?
- Claro Seiya, dime.
- ¿Que hacías hoy en el hospital general?
- ¿Yo? -pregunto sorprendida ante la mirada fría de Seiya- ¿Cómo sabes eso?
- Fui a ver unos documentos de uno de los casos que llevo así que de casualidad te ví.

Eso explica porque me sentía tan extraña al ir al estacionamiento cuando fui a ver a Darien, fue como si me estuvieran observando.

- Fui a hacerme unos análisis por el embarazo -respondo aún asustada.
- ¿Y por que no me dijiste para poder acompañarte?
- Estabas trabajando y luego esto del viaje que ya no te pude decir nada.
¿No iremos? -digo al escuchar la llamada para tomar el vuelo aliviada de sentirlo como una salvación- Están llamándonos ya para poder viajar.
- Luego seguiremos hablando de esto Serena. -contesta frío y distante- ¡Vamos!

Respiro tranquila de que mi mentira haya sido algo convincente.

Tomo mi cartera y camino junto a Seiya y Chibi hacia la puerta que nos llevará al avión.
Siento en mi corazón un estrujón como si llamara a alguien para que evite esto pero sé que no hay modo de impedimento.

Nos acomodamos en nuestros asientos y miro por la ventana.
Algo dentro de mí quisiera que Darien viniera y me sacara de aquí pero creo que es mejor que me aleje un tiempo.

DARIÉN

¿Por qué el mundo es tan cruel conmigo?

¡Maldita sea la hora que se me ocurrió volver! Hubiera preferido no saber quién fue el causante de la peor de mis desgracias pero al enterarme siento que fue algo bueno ya que al fin pude saber quién era realmente Seiya.

No creo poder esperar más así que llamaré a Serena y le diré.

Mi bella Serena no merecía todo lo que pasó.

El Precio de una TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora