La última clariana (El Corredor del Laberinto)

1.- Llegada

Otra vez ese sonido. Otra vez la Caja.

Esta vez, ni si quiera se molestó en asustarse. Simplemente se dejó llevar hacia arriba, como un viejo ascensor que acabara de repararse.

Se sentó en una esquina rodeándose las piernas y cerró los ojos hasta que aquello hubo parado.

La Caja dio una pequeña sacudida y se detuvo. Distinguía unas voces al otro lado que se arremolinaban alrededor de ella, en el exterior de la Caja. Las puertas que le cubrían, por llamarlo de alguna manera, se abrieron y un chico moreno se precipitó de un salto en el interior. Durante un minuto sintió que aquel chico la miraba perplejo, sin dar crédito a lo que veía. Sin embargo, la luz le cegaba, así que no veía demasiado.

Tras unos momentos de confusión, se acostumbró a la luz y logró levantarse con ayuda del chico moreno, que le agarró del brazo y le sacó al exterior.

Abrió mucho los ojos al observar lo que ocurría allí: todos eran chicos. No había ninguna chica. Ella era la única.

-Oh, no. Otra vez no.

En cuanto hubo salido al exterior, notó las miradas de todos aquellos chicos, mudos como estatuas. Luego, tras la confusión del principio, pudo escuchar algún que otro comentario.

-¡Es una chica!

-¿En serio?

-¿Otra?

-¡Estás de coña!

-¡Déjame verla!

Pero ella sólo se fijaba en lo que tenía alrededor. Era prácticamente igual que el otro Claro. Las mismas medidas y todo. Aquellos chicos le habían dado un toque especial a aquel sitio, pero no cabía duda de que, originalmente, ambos Claros eran iguales.

-¿Cómo que otra vez? -un chico rubio y flaco se acercó a ella con el ceño fruncido. Algo le dijo que ésa era su expresión natural-. ¿Quién eres?

-Me llamo Diane, y vengo del otro Laberinto.

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¡Hola! Tuve esta idea gracias a la idea de Dashner de "mezclar" de algún modo a los clarianos de ambos Laberintos, pero como si sucediera mucho antes. Cada capítulo durará más, lo prometo; este es más bien una introducción. Gracias por leer xx