La última clariana (El Corredor del Laberinto)

6.- Atrapados

La verdad es que la mayoría de los corredores no estaban contentos con tener a Diane entre ellos. Ciertamente, la mayoría había votado a su favor, pero se mostraban hostiles con ella. No sabía si era por el hecho de que fuera una chica o por qué, pero algo debía ser. No confiaban en ella.

La otra chica aún no se había despertado, lo que ponía nerviosos a todos. Sobre todo a Gally, que parecía querer asesinar a Diane cada vez que se cruzaba con ella. Seguramente pensaba que era culpa suya y de la otra chica, de algún modo.

Los primeros días de corredora los había pasado con Minho; él le enseñaba los mapas y las distintas secciones, la guiaba por el Laberinto y le iba explicando las cosas. Cuando pensó que ya podía apañárselas sola, dejó de correr con ella y Diane tuvo que hacerlo por su cuenta. Sólo se había dedicado a una sección por el momento, la cuatro, y los primeros días Minho le dejó llevarse los mapas en su mochila para que no se perdiera.

Luego, cuando volvía al Claro agotada y con ganas de derrumbarse en el suelo y no levantarse jamás, pasaba el tiempo con Thomas, de vez en cuando con Newt (cuando éste no se reunía con Alby y Minho, que era bastante frecuente).

Todos los días parecían iguales. Se levantaba, se pasaba el día corriendo en el Laberinto, volvía al Claro, cenaba con Thomas, hablaba con Thomas, se quedaba dormida junto a Thomas, se volvía a levantar, etcétera. Y cada día era más agotador que el anterior.

Lo peor era que todos los corredores, salvo Minho y Diane, habían decidido no hacer caso a la grieta con la inscripción. Decían que era demasiado peligroso y que, seguramente, o no era verdad o era una salida falsa. Pero Diane no había parado de pensar en ella y estaba segura de que Minho tampoco. Así que una noche, mientras cenaban, aprovechó el momento en el que el chico se quedó solo y se acercó a él.

-Eh -le dijo a modo de saludo. Él le devolvió el saludo haciendo un gesto con la cabeza-. He estado pensando.

-¿En qué?

-En la grieta.

Eso atrajo la atención de Minho, que se aseguró con la mirada de que nadie estuviera cerca para escuchar su conversación.

-Yo también. Y creo que es una fuca estupidez hacer como si nada. Yo creo que deberíamos intentar abrirla.

Diane sonrió; seguro que Thomas estaría de acuerdo con ellos. Y si Minho lo había propuesto, Newt y Alby seguramente también aceptarían.

-Sí, pero ¿y si conseguimos abrirla? Los demás corredores votaron no hacer nada, así que se supone que tenemos prohibido... bueno, hacer algo.

Minho le agarró del brazo y la apartó un poco del cúmulo de chicos reunidos alrededor del fuego. Bajó la voz, apenas susurrando, y dijo:

-Soy consciente. Pero me importa una fuca clonc lo que los demás hayan decidido si es una decisión de mierda. Además, lo he hablado con Newt y Alby. Newt quiere actuar, Alby aún no está muy de acuerdo pero puedo convencerlo.

-Vale -dijo la chica asintiendo, feliz de tener apoyo para la causa-. Yo lo he hablado con Thomas. Él también cree que deberíamos hacer algo...

-¿Con Thomas? ¿Y por qué fuca razón se lo has contado a Thomas? Foder, se supone que esto debía quedar entre los corredores.

Diane le miró con los ojos muy abiertos, sin saber muy bien qué decir.

-Lo siento, no sabía...

-Ya da igual. Sólo intenta no soltarle todo lo que averiguemos a tu amiguito, ¿de acuerdo? -Dicho esto se dio la vuelta y se unió a los demás corredores, que reían mientras bebían algo que preparaba Gally y que Diane no se había atrevido a probar.