💖Un TE AMO sin palabras💖 [Shadonic/Sonadow]

12

<<¡¡No quiero verte!!>>

<<¡¡Aléjate!>>

<<¡Me abandonaste!>> 

<<¡¡Me mentiste!!>> 

¿Lo decía?... No. Pero era su corazón herido quien hablaba.

Verlo ahí, de pie, como si nada. Le causó una sensación de asco y rabia. No dudó ni siquiera en atacarlo con todo lo que tenía a su alrededor. No quería verlo. Le arrojaba las almohadas, sus decoraciones, hasta sus cuadros de fotografías, con tal de mantenerlo alejado y que saliera de su habitación.

-Sonic, tranquila. ¡Por favor! -Antes de recibir un golpe en la cabeza, se cubrió lo que más podía con los brazos.

La cobalto siguió lanzándole varias cosas a la cara hasta quedar sin ninguna otra cerca de ella, y buscó con la mirada algo más para tirarle. Sin embargo, Shadow aprovechó la pequeña distracción y la tomó de las manos. Ambos forcejearon. Ella no quería que la tocase, pero al final... fue abrazada con fuerza por ese joven tan insistente.

El corazón de Sonic se desmoronó con el tacto. No pudo retenerlo por mucho y derramó sus lágrimas sobre el pecho de Shadow. Era tan doloroso, y Shadow se culpaba por ello. El fallo que cometió contra ella se había desbordado de su conciencia, y la acompañó con sus propias lágrimas amargas.

-Perdón... perdóname...

No tuvieron que esperar tanto para que sus corazones se sintieran saciados. Su llanto cesó de a poco y sus respiraciones se notaban apacibles. Se separaron del abrazo forzado y para evitar el ambiente tan pesado, Shadow se dirigió al baño para traer algo de papel y limpiar con cuidado los ojos rojos y húmedos de la chica. Pero ella no se dejó ayudar. Tomó por si sola el papel y se limpió, sin siquiera verlo a los ojos todavía. 

Una vez hecho esto, se sentó sobre su cama y esperó a que el azabache justificara su inesperada visita. Él rascó su nuca con pena y se puso a rebuscar en el bolsillo interno de su chaqueta. 

Sacó una pequeña libreta y se la entregó. Sonic, con sorpresa y curiosidad, aceptó el presente y comenzó a verlo. Eran dibujos simples, pero muy bien ilustrados. Era la historia de los dos. Imágenes que representaron lo que habían vivido juntos: Las salidas, los juegos, los chistes y...

La última tragedia.

Era la imagen de Shadow y Sonic tomando caminos diferentes. La eriza celeste quedaba de rodillas llorando y el erizo oscuro con el corazón partido. Al final de todos los garabatos... unas simples palabras, pero con un peso demasiado grande en el alma...

-LO SIENTO MUCHO 

Sonic, dirigió su mirada al de ojos rubí y esperó una explicación. Shadow al notarlo, explicó su contenido. 

-Todo esto es... desde el día que nos conocimos -Le señaló las dos primeras hojas -Y esto, fue cuando salimos a comer un helado juntos -Sonrió mucho al recordarlo -Y aquí cuando te sorprendí con el lenguaje de señas. Y-

-Para -Agachó sus orejitas azules y lo miró entristecida -Entiendo todo esto. Pero no el Por qué

-Quería que recuerdes todo lo bueno de nosotros. Me arrepiento de lo que pasó y sé que fue mi culpa. Desde ese día, no me he vuelto a sentir bien. Me sentía un completo imbécil y un desgraciado... sobre todo... vacío... y quiero pedirte que me perdones. De verdad, perdóname por todo

Sonic ni siquiera cambió la comisura de sus labios tristes y se levantó. Se dirigió a su escritorio y abrió el último cajón para buscar algo entre sus cosas. Shadow, era expectante de todo lo que hacía y con una ceja alzada por la confusión, observó como Sonic prendía una vela de gran grosor y de aroma a canela con manzana.

-Sonic... ¡No! ¡Espera!

Exaltado, se acercó a ella para detener la locura que estaba haciendo en esos momentos. Sonic, acababa de quemar el pequeño cuaderno. Dejando casi todas las hojas carbonizadas. El veteado, tomó en sus manos el caliente y quebradizo pedazo que quedaba y miró desconcertado a la azul.  

-Esto es lo que nos hiciste. Ya no queda nada de valor entre nosotros. Tú jamás fuiste mi amigo y jamás te perdonaré por haberme abandonado a mi suerte. Y todo lo que vivimos... ya no existe. Por tu culpa

Tirando al suelo el montón de hojas quemadas le hizo frente también -Eso no es verdad

-Lo es. Y lo sabes 

-No. Sabes que aún queda algo. Sé que es así 

Con sus manos la tomó de los antebrazos y acercó su mirada fulminante y rojiza a su rostro.

-(¿Qué hace?) -Se preguntó, incrédula

Forcejeó, pero inesperadamente...

-Sé que aún sientes algo por mí, tanto como yo lo hago...

Sus castos labios melocotón, habían sido sellados con su primer beso. El primero con verdadera carga de sentimientos.