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ㅡDetrás de una rocaㅡ

De cualquier forma, Wheein sabía que ya no podían entrar al aula hasta que historia coreana termine y tampoco huirá de Yongsun incluso si acababan de acusarlas de estar en una relación, pero algo en su estómago se removía a medida que cruzaban el antiguo patio central. Llegaron hasta las aulas, que ya se encontraban en mal estado, y fue directo al que sabía que no tenía un candado o alguna forma de sellado.

Yong caminaba detrás, impresionada por todo, y más de la pequeña chica que daba pasos seguros guíandola como si no estuvieran en un sitio con muchísimos aires de estar embrujado.

—Asumo que es su primera vez aquí, ¿tengo razón? —dijo Wheein, sentandose despreocupada sobre una mesa. Yongsun hizo una mueca y buscó una silla que en el pasado habrá tenido pupitre.

—No quiero pasar una tarde limpiando baños —musitó, con la fuerte sensación de que alguien pudiera escucharla en el edificio de al lado si usaba un tono normal—. Además, es bastante obvio que venir es peligroso. Ahora mismo usted podría hacerse daño—señaló la deteriorada mesa y Wheein bajó la vista para contemplarla, pretendiendo que de verdad le importaba.

—Cierto, algún día la madera cederá.

Yongsun la observó en silencio mientras trataba de entender la actitud de su compañera, pero no encontraba lógica a nada. Parecía no tener miedo a salir lastimada y hace un rato, tampoco se echó para atrás en la dirección, incluso con aquella tensión cortando el aire y todas las de perder ante una autoridad.

Entonces recordó que necesitaba respuestas.

—El director estababa muy enojado hoy... —mencionó de repente, esperando que capte la indirecta y la ponga al tanto de la situación. Wheein suspiró. ¿Yongsun en serio no piensaba ser directa?

—Le dijeron que eramos novias y el asco no lo dejó tranquilo —soltó una carcajada que no tenía ni una pizca de gracia y Yong la calló, mirando a todos lados. Wheein puso los ojos en blanco—. Ya, no exagere, estamos alejadas de ahí.

Pasaron unos minutos en silencio, Yongsun pensando en que ahora las palabras del viejo Bangin tenían tanto sentido y molestándose con buenas razones de la forma atropellada en la que trató el asunto. La otra muchacha se había percatado del cambio en el semblante de su compañera, así que le comentó que, a menudo con su mejor amiga, se escapaban en las horas libres para esconderse en ese lugar, mostrandole una caja al otro lado de la habitación donde tenían unas mantas y almohadas. Yongsun miraba sorprendida a la otra chica, no iba a negar que ser tan osadas sonaba muy bien, pero era obvio que además de eso, ellas eran muy listas, ¿cómo hacían para romper las reglas tan fácilmente? También le habló sobre su amor al arte y Yong jura que no le prestó más atención a la sonrisa suave de Wheein mientras esta pasaba en su celular foto tras foto de los lienzos que pintaba. De verdad que no, ni siquiera recuerda los hoyuelos adorables que tenía incluso si sus labios estaban apenas curvados.

Yongsun no podía evitar sentirse asombrada y se reprochaba no haberse acercado antes. Eran compañeras desde el primer año de secundaria y ni siquiera recuerda una conversación decente con ella, pero a Wheein le gustaba mantener un perfil bajo y tomar sus clases con tranquilidad.

—Realmente, estoy bien solo con estudiar mientras cuido de Hye —se encongió de hombros—. Y hoy reafirmé mis sospechas de que los demás en el curso son una porquería.

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⏰ Última actualización: May 29, 2021 ⏰

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ʙ ɪ ᴛ ᴛ ᴇ ʀ   ᴄ ᴏ ɴ ғ ᴜ s ɪ ᴏ ɴ     -wheesun; hwabyulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora