ʙ ɪ ᴛ ᴛ ᴇ ʀ ᴄ ᴏ ɴ ғ ᴜ s ɪ ᴏ ɴ -wheesun; hwabyul

💭❤

—El amor en tiempos de conflicto—

A Solar le encantaba lucir coqueta, fresca y serena. Tanto así, que procuraba crear combinaciones tan simples para pasar desapercibida y no ser el blanco de ningún alumno en la secundaria BangIn, pues a pesar de toda la paciencia que poseía, ella aún guardaba algo de inseguridad por si alguna vez perdía el control.

Por otro lado, su mejor amiga de pañales Byulyi (por fa, no le digan a Byul que Yongsun se refiere a ella como Byulyi en sus pensamientos), no dejaba que nadie, y cuando digo que nadie hablo en serio, le diga qué hacer con su apariencia, su vida, o simplemente con cualquier aspecto que incluyan a su persona. Yongsun adoraba a su pequeña rubia. Ellas estaban destinadas a estar juntas desde la primera vez que sus mamás chocaron los carritos de bebés en un paseo por el parque JaeHo, tao vez Solar no se acuerde de aquella tarde, pero su corazón le dice que no desconfíe de esos pensamientos.

Recuerda momentos con Byul, muchos más que junto a otra persona, porque sabe que su lazo de hermandad con aquella revoltosa chica es tan grande como el sol, quema al igual que él, de forma agradable, haciéndole recordar que están seguras confiando en la otra.

Y bien, Yongsun en conjunto con Byulyi, son parecidas a una pareja muy, muy melosa.

—Moon, Moon, Moooo-

—Unnie, por favor, no sea infantil.

Solar llevó una mano a su pecho, fingiendo indignación con una dramática mueca en los labios—: Yo no soy infantil, Byulie, sólo estaba llamando tu atención. Ni caso me haces, así que te quejas en vano, mala amiga.

La rubia soltó un suspiro, pero sonreía como idiota pensando en lo linda que era Yongsun cuando hacía uno de sus berrinches. No por nada la había apodado Yebba.

—¿Vas a salir hoy? Mamá dijo que hay un café bonito cerca de casa —Solar acomodó su falda y sus codos fueron a parar al pupitre igual que sus mejillas fueron acunadas por sus manos, observando la espalda de uno de sus compañeros, mirando de a ratos a su mejor amiga de reojo, sentada en el banco continuo al suyo—, pensaba en pasar la tarde ahí, pero no quiero hacerlo sola.

—Bien, iremos entonces.

Mientras Solar festejaba y la chica de al lado sólo sonreía enternecida sin dejar de escribir en su pequeña libreta, más hacia atrás, específicamente al raz de la pared del fondo, una muchacha de cabellera corta y naranja mordía la punta de su lápiz.

—No puedo creer que Kim no se despegue de mi novia ni para ir al baño —murmuró enfurruñada, captando la atención de la pelinegra a su lado, que mantenía su vista en unos apuntes de física.

—Hye, linda, es normal que no se separen para ir al baño, ¿sí recuerdas que son chicas, cierto? Tú y yo hemos usado el mismo retrete que ellas dos, duh. Además —guardó los papeles en el cuaderno correspondiente y se giró hacia su amiga—, Byulyi y Yongsun son mejores amigas. Y eso lo sabe hasta Yixing de tercero, que suele pensar que el baño es el laboratorio de química.

—Es Moonbyul, Wheein, ella odia que le digan Byulyi.

—No empieces —rodó los ojos y resopló cansada.

—¡Pero, Wheeinnie! Ella es tan... Woah. Es definitivamente-

—«... la criatura más bella hasta el día de hoy» Lo sé, lo sé. Dices esa línea tantas veces que hasta yo me la aprendí y a veces la repito en sueños. Demonios.

Hyejin agitó su mano con desén, restándole importancia a todo lo que su amiga soltaba molesta y continuó observando a su rubia compañera ser dulce con su mejor amiga. Eso hizo hervir su sangre, apretando los puños en su regazo alertó a Wheein, que rápidamente tapó sus ojos.

—Hyejinnie, nada de montar escenas innecesarias. Unnie te lo ruega~ —forzó su voz a una dulzona y sacando sus manos de la cara de su amiga pelinaranja, besó su frente fraternalmente.

—Odio que uses tu voz de aegyo para conseguir todo lo que quieres.

—Si no lo hacía y tú ibas para allá, dime, ¿qué hubieras hecho, eh?

Hyejin mordió sus labios apenada, era la cuarta vez en la semana que su amiga detenía sus acciones a lo bruto, pero ella realmente no sabía controlar sus celos. Y Wheein entendía que la pelinaranja quería mucho a su compañera de curso, también estaba al tanto de lo que podría pasar si alguien se enteraba de la adoración que su Hye tenía por Moonbyul, y no dejaría que nada malo le pasase a su pequeña, porque en la secundaria BangIn las cosas eran diferentes.