SEXO EN EL TRABAJO

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[] POV: Marbella []

Primero quiero decirles que tengo 20 años y mido como 1,70. Mi cintura es delgada y mi culito y piernas son como dicen mis amigos, buenas.
Sobre él, se llama Jesús, mide 1,73 y tiene brazos y piernas fuertes, pues practica ciclismo y otros deportes más, además de ser mi mayor por 3 años.

Bueno, resulta que un día ambos llegamos temprano al trabajo, que es una empresa que brinda información para empresas de negocios y también a diarios locales. Era un miércoles y él, que ingresó al trabajo como practicante gracias a mí, llegó como era su costumbre a las 7:00, yo lo hice media hora después y me doy con la sorpresa de encontrar su computadora encendida y sus cosas a un lado. Pero no lo veía, así que supuse que debía estar en el archivo de fotografías, que es un lugar con temperatura un poco baja, para poder mantener los negativos y esas cosas, al cual siempre va cuando esta aburrido. Allí lo encontré.

— Hola, qué haces — La verdad veía que estaba haciendo y era leer una revista deportiva, pero sospechosamente la guardó con cierta vergüenza que luego comprendería.
— Hola, estaba leyendo estos que acaba de llegar y como todavía no pasa nada porque es temprano, me vine aquí. Tú.

Yo estaba interesada en saber qué era lo que me ocultaba, pero debía hacerlo con inteligencia.

— A ver préstame — le dije, pero él se negó respondiéndome que luego. Fingí enojo y le dije que bueno, que era su decisión. La verdad la carita de mi amorcito estaba roja. Pero me inquietaba saber por qué me había ocultado una revista deportiva sabiendo que, al igual que él, yo adoraba el fútbol y leía cuanta revista llegaba a la redacción.

En eso sonó el teléfono para mi bien, pues le dije, como su superior, pues soy su jefa, que vaya a responder. La verdad se lo dije en un tono muy brusco y él fue al teléfono dejando la revista sobre la mesa.

Apenas se dirigía a la sala de redacción, yo cogí la revista. Las primera páginas me parecieron normales, pero en un descuido se cayó otra que estaba contenida en el centro. Era una revista porno, con fotos muy explícitas, en las cuales la chica se bebía el semen de su pareja. Me dio un poco de calor y lamenté que él leyera y se excitara viendo esas cosas. Pase más páginas que contenían fotos de un coito anal.

Bueno, sigo. A medida que pasaba las páginas me encontraba con más fotos de sexo duro. Pero pasé a sentir un calor dentro de mi cuerpo. Además me excitaba pensar que él me descubriría. Dejé a un lado la revista deportiva y me puse a leer los diálogos de las historias que presentaba. Lo hacía animadamente cuando sentí sus pasos. Presurosa oculté la revista dentro de mi manga y dejé la deportiva en el lugar que él la había puesto.

— Quién era — pregunté. Su respuesta fue:
— Nadie, sólo un tipo que preguntó por muebles. Deberían cambiar el número, siempre se equivocan.

Agarró su revista y se dio cuenta que no estaba la otra, pero no me dijo nada. Se sentó y se puso a leer de lo más normal.

Sin embargo mi curiosidad me llegó a preguntarle qué pasaba. Él dijo nada, que estaba bien. Me sentí turbada, pero avergonzada, ya que si bien para mí estaba mal que lea y vea esas cosas, pues lo quiero mucho, no tenía derecho a habérsela sustraído.
Como manera de perdón decidí tentar darle al menos un beso en los labios y esperar qué sucedía. Le dije que me ayude a sacar una caja con fotos que necesitaríamos para ese día.

Aceptó, pero sentí molestia. La caja en cuestión estaba debajo de un estante y era necesario ponerse como perrito para sacarlo. Me metí y fingí no poder.

— Ayuda, please
— Ya, pero primero hazte a un lado — Para esto me había dado cuenta que su pene estaba erecto y deseaba sentirlo, así que le dije que no. Que era mejor hacer fuerza juntos.

Piel Morena [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora