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Había pasado una semana, fueron largos 7 días en los que mi semana fue casi monótona, ¿Hyunjin? Lo había visto tal vez unas dos veces, simplemente me sonreía y se iba, había comenzado a escribir acerca de él en mi diario, incluso dibujaba lo que recordaba de su rostro, al parecer aún no estaba de lleno en el apartamento, y eso explica el por qué nadie abrió la puerta la vez que quise darle la bienvenida, al final aunque me decepcioné un poco, no dejé que eso me afectara.
Pero lo que realmente lo hacía era ese chico, Lee, seguía insistiendo con lo mismo y ya no sabía de qué otra forma rechazarlo aunque desde el principio fui muy directo con él. Y parecía que hoy tampoco me dejaría en paz, llamé al elevador y cuando se abrieron las puertas ahí estaba él, se quedó dentro esperando a que también lo estuviera yo, así que sólo atiné a girarme y dirigirme a las escaleras.
-Seungmin, espera. -Escuché su voz. -Lo siento, es sólo que quería pasar tiempo contigo.
-En serio, Lee, ya te lo he dicho muchas veces, no quiero nada contigo.
-Pero ¿por qué? Puedo darte todo lo que necesitas. -Comenzó a acercarse a mí, dejándome pegado a la pared.
-Es que no se trata de eso, no me interesa tu dinero, lo sabes. -Intentaba alejarme pero cada segundo se acercaba más y me dejaba acorralado entre él y la pared poniendo sus manos a los costados sin dejarme salir.

Entonces pude ver a Hyunjin, parecía haber salido de su apartamento y dirigirse al ascensor, inevitablemente notando lo que sucedía.
-¿Está todo bien?
-Sí sí, lo está, ¿no es así, Min? -Acarició mi mejilla, el chico era más alto que yo pero aún así no me intimidaba.
-No, no lo está, ahora aléjate que debo ir a trabajar y deja de insistir, en serio, no me gustas. -Con la mirada un tanto confundida de Hyunjin, él se acercó a mí y tomó mi mano.
Ese primer contacto se sintió tan cálido, su mano era suave, más grande que la mía, pero encajaban perfecto. Entonces me alejó lentamente de Lee y éste rodó los ojos, hizo una mueca de disgusto y se fue hacia su apartamento.
-¿Estás bien? ¿Te hizo algo? -Me preguntó, sonaba preocupado y eso por un momento me hizo sonreír.
-No, estoy bien, creo que llegaste justo a tiempo.
-¿Él es así siempre?
-Parece que lo es sólo conmigo. -Suspiré cansado y comenzamos a caminar hacia el ascensor.
-Deberíamos hablar con el guardia o algún encargado, me preocupa que pueda hacerte algo. -Tomó mi hombro esperando a que se abrieran las puertas del elevador.
-Sí, no sé por qué no lo he hecho.
-No te preocupes. -Entramos al elevador y presionó el botón que nos llevaría a la planta baja. -Y cualquier cosa que necesites, puedes hablarme, toda la semana no estuve aquí pero a partir de hoy empezaré a dormir en mi apartamento, necesitaba arreglar bien las cosas y me tomo mi tiempo pero por fin quedó, así que estoy para lo que necesites, en serio, toca a mi puerta cuando quieras, y si no estoy, te doy mi número, igual puedes llamarme las veces que sea. -Dijo sonando tan sincero que si ya hacía mi corazón latir con taquicardia, ahora estaba por saltar y salir de mi cuerpo.

-Muchas gracias, Hyunjin, y bienvenido al edificio. -Sonreí y me extendió su celular para que anotara mi número, luego de haberme registrado me llamó y así también tendría el número de él. El ascensor abrió sus puertas en la entrada del edificio y salió primero despidiéndose con una de sus características sonrisas de esas que hacen que sus ojos desaparezcan. No tardé en reaccionar y aunque me encontraba un poco nervioso, salí también para ir a la cafetería.

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Era un poco tarde, estaba por terminar mi turno, una vez más, en la caja, de hecho, faltaba poco para que el lugar cerrara, cuando la campana suena, dejando ver al chico que con unas pocas miradas y sonrisas ya me tiene mal, Minho también lo había visto y por supuesto no faltó su sonrisa burlona hacia mí.
-Buenas noches. ¿En qué puedo ayudarte? -Sonreí amable, la verdad era que dentro del trabajo, no sabía cómo hablarle, ni siquiera fuera del horario laboral, no le tenía confianza.
-Me das un americano frío, por favor. -Me devolvió la sonrisa, dejando en el piso unas cuantas bolsas que traía.
Y luego de haberle cobrado y hacerlo esperar unos minutos, obtuvo su café, y yo estaba por cerrar la caja cuando escuché la voz de Minho.
-Si quieres yo cierro, puedes irte ya, Minnie. -Hyunjin estaba por salir de la cafetería con sus bolsas y su americano cuando también escuchó eso último.
-Oh muchas gracias, prometo que la próxima vez lo haré yo. -Le sonreí tomando una pequeña mochila que siempre llevaba y quitaba mi delantal para guardarlo. Vi a Hyunjin observarme.
-Uhm tú... ¿quieres que vayamos juntos? -Titubeó. -Quiero decir... Ya sabes, por si aquel chico te está esperando o algo.
-Claro, vamos. -Trató de abrir la puerta fallando en el intento por las cosas que llevaba ahora incluyendo el americano. -¿Quieres que te ayude con las bolsas?
-Oh no, no te preocupes, así estoy bien, puedo cargarlas. -Rió tratando de volver a abrir la puerta volviendo a fallar, entonces tomé un par de las bolsas que llevaba y abriendo la puerta para ambos, y así continuamos nuestro camino al edificio.

El trayecto era realmente corto, sólo se hacía una cuadra de mi trabajo a los apartamentos, así que aunque hubo tiempo de hablar, no fue el suficiente. Hyunjin me ponía nervioso, eso sin duda, pero de cierta forma también me sentía relajado a su lado, claro que a veces no acomodaba bien mis ideas y tartamudeaba un poco, no sé burló de mí y me hizo sentir tan cómodo, incluso me hizo reír con las cosas tan graciosas que decía.
Llegamos a nuestro piso, el ambiente era tranquilo, entonces dejó las bolsas que traía en las manos para buscar sus llaves, abriendo la puerta dejó sus cosas dentro del apartamento, le di las que yo había ayudado a cargar, y sonriendo algo tímido, ni siquiera sabía por qué me había puesto tímido.
Estaba por girar y dar los pocos pasos que se necesitaban para llegar a mi apartamento cuando escuché la voz de Hyunjin.
-Muchas gracias por ayudarme con mis compras. -Sonrió y yo correspondí.
-Claro no te preocupes.
-Buenas noches. -Dijo, y antes de que me alejara, dejó un beso en mi mejilla, para luego entrar a su apartamento y cerrar la puerta.
Sin saber qué hacer, me dirigí a mi apartamento y luego de entrar me recargué sobre la puerta, tocando mi mejilla justo donde había puesto sus labios, formando involuntariamente una sonrisa.





~TheQuinnQuinn. 🍓

| EL CHICO DEL APARTAMENTO 512 | ~ HYUNMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora