¿Bueno?

623 71 29
                                    


Caminaba por los pasillos apurado, dirigiéndose a la habitación de su "hijito". Llevaba con sigo una bolsa de finos hilos, manchada de sangre y cuidadosamente amarrada.

Una vez estuvo frente a la puerta, la abrió cuidadosamente. Viendo al infante descansando en aquella gran cama, su piernita vendada estaba algo cubierta de sangre, señal de que el sangrado aún no había cesado pero ahora era leve.

Cerró la puerta tras de si,poniéndole seguro no sin antes haberle dejado algunas órdenes a sus soldados.

Se sentó a un lado de la cama, viendo fijamente al infante, su bandera había cambiado, siendo reemplazada por una igual a la suya, una bandera blanca con la cruz de Borgoña en rojo sangre.

Arto de esperar, empezó a sacudir al menor, quien comenzó a despertar desorientado, mirando a los alrededores confundido y asustado sin entender la razón.

━"¿Fue un sueño?"━se pregunto a si mismo mentalmente, viendo que se encontraba en una habitación.

Siguió mirando hasta por fin toparse con la mirada de su padre, quien lo miraba con una sonrisa de oreja a oreja.

━Mi pequeño Virreynato~━susurro, la bolsa la dejo a un lado en el suelo.

Tomo al menor con poca delicadeza, atrayendolo a si mismo, abrazándolo mientras sus manos acariciaban los muslos del menor, quien lo vio confundido y por alguna razón temeroso. Quiso preguntar el porque lo llamo Virreynato, pero calló.

━Te tengo una sorpresa crío━sonrio, tomando la bolsa.

El menor la vio confuso, asustado por el líquido carmesí que aún goteaba un poco, causándole náuseas. La abrió con cuidado.

Ahogó un grito de terror, con una expresión aterrada mientras lágrimas comenzaban a caer de sus mejillas pálidas carecientes de aquel color rosado que las cubría en un tenue sonroso.

━¡Sorpresa chaval!━rio, sacando el contenido de la bolsa.

Tomo la cabeza del Inca multicolor, sacándole la corona de oro, y tirando aquella extremidad a la cama, justo al lado del menor quien sin poder evitarlo, vómito haciendo su cabeza a un lado, ahogando desgarradores sollozos con su mano.

El mayor se acercó, por instinto, el más bajito trato de retroceder en la cama, más no pudo al chocar contra el respaldar de esta misma.

━¿Por que huyes pequeño~?━pregunto, irónicamente.

El menor estaba congelado, apoyo su mano en la cama, tratando de buscar soporte antes de que su cuerpo cediera y cayera desmallado denuevo. Toco lo que parecían ser hilos empapados en un líquido espeso, contuvo el aire, tratando de no mirar.

Apartó su mano rápidamente, removiendose bruscamente cuando el Imperio lo tomo del mentón, colocándole la corona a la fuerza. Juraría que podía sentir la sangre de queso adorno gotear por su frente y pómulos, asiendo le imposible el poder aguantar sus sollozos.

Rompió en llanto, llorando de manera desgarradora aún con la expresión de terror en su rostro.

━¡No seas marica!━exclamo el contrario, apretando aún más su agarre en el mentón del infante.

Aquello solo hizo que su llanto incrementará, haciendo que la paciencia del Español fuera acabando de a poco.

Un fuerte golpe fue dado en su pómulo izquierdo, causando que callara abruptamente su llanto, el líquido metálico abundó en su cavidad bucal, junto con lo que juraría que era un diente.

Tuvo que escupir aquello del asco que sentía, las náuseas nuevamente le embargaron, sin embargo, el mayor salió de la habitación dando un fuerte portazo, dejándole en su soledad, con la cabeza de su madre sobre las sábanas y la cama.

Se bajó rápidamente de está, llendo se a la esquina contraria de la habitación, se hizo bolita en aquel lugar, abrazándose así mismo, lloro sin que nadie lo consolara.

┇​×××┇​

Luego de que la furia se le pasara, decidió volver a la habitación de su crío, se había olvidado completamente de que había dejado olvidado su trofeo, la cabeza del Inca.

Al ingresar, se alertó al no ver a nadie sobre la cama, busco con la mirada, hasta encontrar al pequeño durmiendo en el suelo, lejos de la cama, notablemente con frío y el humillo de sangre que bajaba de su boca, además del horrible moretón que cubría su mejilla izquierda.

Suspiro con cansancio, acercándose a la cama para agarrar su trofeo y meterlo en la misma bolsa en la que lo trajo.

Antes de salir, se acercó al infante.

Se agachó, poniéndose a su altura, acaricio la mejilla dañada, acercándose para dejarle un beso en sus pequeños y rosados labios. Aquel beso subió de nivel, ante lo adictivo que le resultó el sabor de los cerezos y la sangre misma mezclados, despertando al menor.

Este quiso escapar, más el fuerte agarre que se poso en su cintura no se lo permitió.

Una vez se separó, susurro algunas palabras en su oído, antes de salir de la habitación, dejando al menor destrozado.

"Si sigues así, crío de mierda, me aseguraré de que tu cabeza sea la siguiente en esta bolsa"

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━


✘​ -Destino o Naturaleza?-✘​ Imperio Español x PerúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora