No podia hacer nada, Tahuantinsuyo siempre era muy precavido en todo, además de su entrometido hijo Qosco y el irritante bicolor que siempre quería ser mimado por el de habla hispana.Habían pasado varios años, "Birú" fue el nombre que le pusieron al pequeño recién nacido, que ahora tenía 4 años humanos, a decir verdad, todos estaban encantados con el bicolor.
Era sumamente tierno, amable y gentil con todos, siempre servicial y muy curioso en todo, Tahuantinsuyo aveces lo dejaba salir con Atahualpa en pequeños paseos por las montañas, siempre acompañados de varios guerreros Incas.
El pequeño, a la mitad de sus tiernos 4 años, presentó su casta como cualquier otro niño, su aroma se hizo presente por primera vez, un olor dulce pero no tan empalagoso, de miel, lavanda y un extraño olor a leche muy atractivo para la mayoría de alphas que buscaban algo con el menor.
Pero claro, Tahuantinsuyo nunca lo permitía, además de que el menor era muy apegado a Qosqo, su hermano mayor de ahora 16 años, el cual, era demasiado sobreprotector al igual que Tahuantinsuyo y Atahualpa, ya que, al ser uno de los pocos Omegas en la familia real, era algo así como una reliquia viviente.
Aunque les resultaba algo gracioso a la mayoría del pueblo y a los españoles, que, apesar de que la altura promedio de los Incas era de 1.89 y Tahuantinsuyo media 2.01, Qosco 1.79 , Imperio Español 2.23 y Birú, por más gracioso que sonase, era más pequeño de lo normal para su edad, haciéndolo parecer un cuy al lado de su familia cada vez que caminaba junto a ella.
No hacía falta decir que Tahuantinsuyo, en vez de sentirse decepcionado, estaba más que encantado con su hijo menor, su altura lo hacía ver mucho más tierno de lo que ya era, Qosco, al igual que su madre, amaba a su hermanito menor, siempre pasaba tiempo con él y incluso en ocasiones lo cargaba en su espalda o sobre sus hombros.
El pequeño Birú amaba a su familia, aunque aveces se ponía triste por los constantes rechazos de su padre Imperio Español, su tierno corazoncito pensaba que tal vez se comportaba mal o que tal vez el mayor estaba cansado, por lo que constantemente, hacia pulseritas y adornitos con oro y huayruros y se los obsequiaba al mayor, se alegraba cada vez que el mayor los usaba -apesar de que la única razón por la que los usaba era por qué contenían oro-.
Aveces solía ir a la oficina de su padre y se sentaba en la cama del mayor a ver qué hacia, muchas veces el mayor lo hecha a con la excusa de que tenía mucho trabajo que hacer, pero otras veces simplemente lo dejaba estar o le llamaba para que se sentará sobre su regazo para que pudiera ver con más claridad lo que hacia -cosa que no preocupaba a Imperio ya que Biru no sabía leer-, aunque aveces podía sentir como el mayor olfateba su cabello o dejaba pequeños besitos en su cuello o cabellera, le encantaba pasar tiempo con el.
Por otro lado, Imperio no sabía qué hacer, sesupone que debía de desaparecer a ese pequeño estorbo, no apidarse de el, pero había algo dentro del menor que llamaba su atención -o tal vez solo era el hecho de que era la primera vez que sentía aquel aroma tan trayente en un Omega y su instinto de alpha despertaba-, sea cual sea la razón, empezaba a sobrepasarse poco a poco con el menor. Empezó desde pequeños roces "inocentes", hasta sentarlo sobre su regazo y olfatear más de aquel atrayente aroma, aveces besaba su blanco cuello o su cabellera bicolor, pero nunca pasaba de ello, Alemania no hasta ahora.
-Tayta?, puedo velte tabajar?-su español aún no era muy bueno, pero al menos era entendible.
El Español solo asintió, dejando los papeles en su escritorio y haciéndose un poco hacia atrás para que el menor pudiera sentarse sobre sus piernas, y así lo hizo, volvió a acomodarse bien y siguió firmando papeles y leyendo las estrategias de su equipo, cuando sintió las feromonas del menor alborotar se un poco.
-"Mierda..."-penso, al darse cuenta de que se había puesto erecto inconscientemente.
Su bulto chocaba directamente con el trasero del menor, haciendo que este empiece a removerse un poco claramente incómodo, pero, poco a poco, sus mejillas empezaban a ponerse algo rosaditas y empezaba a soltar feromonas como loco, su pequeño miembro también se había erectado de manera inconciente, el menor ni siquiera sabía que estaba sucediendo.
El español tomo con suavidad los muslos del menor, alzando los un poco dejando que su bulto quedará entre los muslos del pequeño.
-Tayta?-pregunto algo confundido.
-Shhh~ ayuda a papá si?-el menor asintió feliz, inocente de lo que sucedía.
El de habla hispana junto las piernas del menor, teniéndolo firmemente sujeto para que, en cualquier intento de escape, no lograse soltarse. Empezó a frotarse de manera algo brusca, lástimando un poco la piel de los muslos del menor-ya que está era sumamente delicada-.
Siguió así durante casi media hora, pequeños quejidos salían de los labios del bicolor al sentir su piel algo lastimada, al igual que una muy raras sensación de satisfacción, que poco a poco fue desapareciendo gracias al daño recibido. Unas pequeñas lagrimitas se asomaba en sus ojitos, llamando la atención de Imperio quien las lamió con satisfacción, importandole poco si dañaba al pequeño Omega.
Al final, terminó corriendose pocos minutos después, gruñendo algo fuerte, causando que el pequeño se encoja de hombros y se removiera un poco, sintiendo sus muslos algo húmedos. El Español por fin soltó al menor, lo cargo y lo depósito en su cama, se arrodilló frente a él y tomo sus mejillas intentando calmar su leve llanto por el ardor en sus muslos.
-Lo que acabamos de hacer es algo sumamente especial, no se lo digas a nadie si?-pregunto acariciando suavemente la cabellera del menor.
-Especial?-pregunto, el mayor asintió.
-Lo haces con las personas especiales para ti, yo soy especial no?-el menor sonrió tiernamente al escuchar al mayor.
-Claro Tayta!!-sus ojitos dorados brillaban felices, el mayor estaba vomitando por dentro.
-Pero, no le digas nada a Tahuantinsuyo, va?-el bicolor volvió a asentir.
El de habla Hispana tomo un pequeño trapo y limpio los rosadita muslos del menor-color causado por el agresivo frote-, lo dejo ahí mismo y fue un rato a cambiarse de pantalón y boxers. Dejó al menor quedarse un poco más de tiempo en su habitación.
Sintió un poco de repulsión al verlo quedarse dormido abrazando una de sus almohadas, luego la lavaria, al igual que las sábanas y toda cosa que haya tocado ese mocoso.
-Biru!! Mamá te busca!!-Qosco ingreso a la oficina algo agitado.
Vio a su hermanito dormir tranquilamente en la cama, suspiró aliviado, lanzándole una mirada de advertencia al español antes de acercarse a la cama y cargar al menor, dejándole acurrucarse en su pecho.
-Gracias por cuidar de mi hermanito, señor Hispania-y sin decir más, se retiró de la oficina, llevándose consigo al menor.
O Imperio, siquiera sabes que es lo que acabas de hacer?
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Huuuuu!!!
Aquí un nuevo cap!!
Les advierto que en este libro habrán demasiadas escenas explícitas de violación u maltrato infantil, además de que tengo buenas ideas para una segunda temporada cuando acabe esta ;)
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✘ -Destino o Naturaleza?-✘ Imperio Español x Perú
FanficVida hija de puta, en que me acabáis de meter? Sos un gilipollas completo, crío de mierda, porque me metiste en esta situación? Mi reputación es más importante, por si sos tan inútil como para no poder recordar ello. Odio al maldito destino... o tal...