ᴍɪʀᴏʜ ʀᴇꜱᴇᴀʀᴄʜ ᴄᴇɴᴛᴇʀ《Straykids》PAUSADA

Reunir Al Equipo; 2/8

Lee Minho era todo un caso, desde su nacimiento era sabido. Nació con unos extraños puntos rojos alrededor de sus ojos y de pequeño siempre tuvo un aura un poco misteriosa, era un buen chico pero eso no quitaba que, apenas lo vieras, creyeras que algo malo iba a sucederte.

Todo empezó cuando unos niños se burlaron de él, diciéndole que su liebre, Leebit, era fea e inútil, Minho se enfado mirando con odio a sus agresores, sus ojos se tornaron amarillos y los puntos alrededor de estos brillaron en un rojo intenso, los niños de repente comenzaron a sentirse mal, era una mezcla de malestares muy fuerte para sus pequeños cuerpos. Su maestra vió lo que estaba pasando y citó a sus padres, pidiéndoles que lo controlen, alegando que si no debería tomar clases aparte, completamente solo.

A medida que fue creciendo comprendió lo que tenía, nació con poderes, más exactamente con la habilidad de crear ilusiones y de controlar la mente de cualquiera, incluso con el contacto físico y visual podía entrar en la mente de cualquiera y alterar su sentido de la realidad con alucinaciones de los cinco sentidos. Causando torturas mentales y físicas casi fatales.

-- ¡Ven a comer, Min! --llamó su abuelo

-- ¡Voy! --dejó en paz la tierra, había estado excavando sin razón durante una hora

-- es carne asada, la especialidad de tu abuelo --indicó su progenitora, sirviendole un buen trozo

-- ah que rico --miró hambriento el plato, comenzando a comer una vez su madre lo dejó

-- saben, escuche que en la ciudad hay una tipo que se dedica a cazar monstruos --comentó el anciano de repente

-- ¿Soy yo o me esta diciendo monstruo? --lo miró indignado

-- no hablo por tí Min, --negó el mayor-- digo que en el periódico salió un rumor de que esta buscando empleados y tú podrías ir, sea lo que sea que pida seguro estás capacitado --prosiguió, dándole un mordisco a su ensalada

-- no lo sé --comenzó a dudar

-- piénsalo Honnie, estás buscando trabajo y siempre te han interesado esas cosas --lo alentó su madre

-- es verdad, además, Leebit podría ser un muy buen ayudante --insistió su padre, entregándole un trozo de lechuga al animal bajo la mesa

-- bueno, podría intentarlo, ¿Dónde queda eso? --preguntó, aceptando la oportunidad

-- búscalo en tu teléfono, es el centro de investigación Miroh --indicó el anciano

-- ¿Mirror? --preguntó confundido

-- no, m-i-r-o-h --deletreó el mayor

-- bueno, mientras vuelvo a casa lo buscaré --afirmó, terminando su comida

Dicho y hecho, luego del almuerzo tomó un tren de camino a su hogar y decidió buscar el dichoso centro de investigación Miroh. Leyó los resultados y se sorprendió bastante ante lo que encontró, el embajador del lugar era un tal Bang Chan, trabaja solo hace poco más de un año en la ciudad, a unas calles de su hogar, y decían que ya había atrapado aproximadamente veinte criaturas y finalizado con tres plagas que ningún otro servicio de la ciudad había podido exterminar.
Eso llamó su atención, si buscaban gente seguro que estaban pagando bien así que se decidió y esa misma tarde iría a ver que tal el lugar, para ver si valía la pena trabajar ahí.

Camino junto a Leebit hasta Miroh y cuando llegó se sintió algo intimidado, el lugar se veía bastante profesional y parecía una estación de policía, pero ya estaba ahí y ya no había vuelta atrás, empujó la puerta y apenas entró lo recibió un joven rubio, más o menos de su edad, con una cadena bajo los ojos y una cicatriz vertical en su iris izquierdo, vendada.